Cuando el hormigón no cuaja: crónica de una primera vuelta deficiente

La eliminación copera agrava una decepcionante primera mitad del campeonato liguero para el CD Tenerife en la que ha terminado en 17º posición con 25 puntos

Guardar

El técnico del CD Tenerife, Luis Miguel Ramis, valoró como "deficiente" la primera vuelta el conjunto blanquiazul./ CD Tenerife.
El técnico del CD Tenerife, Luis Miguel Ramis, valoró como "deficiente" la primera vuelta el conjunto blanquiazul./ CD Tenerife.

Alcanzado el ecuador de esta temporada 2022-2023 llega el momento de echar la vista atrás para valorar el rendimiento del CD Tenerife en lo que llevamos de curso. A pesar de la dolorosa eliminación en Copa ante el Pontevedra, la mayor preocupación del aficionado es la trayectoria liguera. La comparativa con la campaña anterior tampoco levanta el ánimo del hinchada blanquiazul porque el Tenerife cuenta en estos momentos con 25 puntos y ocupa la 17º plaza mientras que el curso pasado atesoraba 38 puntos y presumía de la tercera posición. Esta campaña se ha perdido la fortaleza lejos de casa y el rendimiento en el Heliodoro solo lo compensa parcialmente. El fútbol de los blanquiazules ha perdido consistencia, la mezcla no fragua, el hormigón no cuaja.

El tinerfeñismo suspira al consultar la clasificación viendo cómo su equipo sigue en media tabla o, más bien, demasiado cerca de la zona roja. Además, constata una sospecha: por arriba el Granada está a siete puntos y, por abajo, el Lugo solo a cuatro. Ambos conjuntos marcan el umbral del sueño y la pesadilla: promoción de ascenso o puestos de descenso. La situación es tan evidente que incluso Luis Miguel Ramis admite que la primera vuelta es "deficiente" y no solo en cuanto a puntos si no también en "concentración, la atención y la energía necesaria para sacarlos adelante", afirma el técnico al recordar partidos como el del Andorra, el Oviedo, el Villareal o el Lugo, en los que considera que su equipo podía haber obtenido mayor puntuación.

Tiempo para todo y para nada

Teniendo en cuenta que esta valoración se produjo antes del partido en Pontevedra, con la vista puesta sobre todo en el rendimiento liguero, el técnico blanquiazul resaltó que "vamos en una buena línea, el equipo sabe lo que hacer en el campo", comentó sobre el rendimiento de sus pupilos. Además ensalzó la paciencia en el juego de un equipo que "no se desespera en situaciones difíciles y está generando situaciones de gol como para pensar que vamos a acertar," destacó Ramis.

El entrenador se mantiene "optimista" aunque reconoce que "nos hemos dejado demasiados puntos en el camino" y, a continuación, recupera una frase que ya le hemos escuchado anteriormente: "Hay tiempo para todo y para nada". Queda media liga, pero hay que reaccionar ya. 

Siete jornadas decentes después de tocar fondo

A pesar del descalabro en Pasarón lo cierto es que en el último tramo liguero el Tenerife había experimentado una mejoría respecto al primer tramo de liga, consiguiendo en las siete últimas jornadas 11 puntos de 21 en juego, si bien dos derrotas seguidas, una especialmente dolorosa ante Las Palmas, instalaron el pesimismo entre los aficionados. En este último tercio de la primera vuelta se han conseguido victorias de peso en campos tan difíciles como El Plantío, donde el Burgos se mantenía imbatido y sin encajar un gol hasta que llegó Elady para romper la racha y conquistar los primeros tres puntos del Tenerife fuera de casa. En el Heliodoro, los blanquiazules fueron capaces de derrotar al Huesca y a un Alavés que solo había perdido dos partidos.

Esta reacción de los blanquiazules se produjo justo después de haber tocado fondo en la jornada 14, con tres derrotas consecutivas ante Leganés, Zaragoza y Mirandés. Desde la jornada 7, en la que empataron en Ponferrada, hasta la jornada 14, en la que perdieron en Miranda de Ebro, los blanquiazules solo celebraron una victoria, ante el Granada. Los cuatro empates cosechados solo servían para eludir posiciones de decenso pero no aliviaban a una hinchada que mostraba su cabreo en el Heliodoro por una racha de solo siete puntos en ocho jornadas.

Un arranque con lesiones

El descontento se palpaba en el ambiente, sobre todo después de las expectativas generadas la temporada anterior. Durante las primeras jornadas de liga, la irregularidad del equipo se atribuyó a las numerosas lesiones, que sin duda lastraron el rendimiento del Tenerife. Con un tramo de temporada en el que Larrea, Javi Alonso, José Ángel y Corredera coincidieron en la enfermería, la posición de mediocentro se vio muy resentida mientras que las lesiones y molestias de Sergio González y José León impidieron dar continuidad a la línea defensiva del año pasado.

A pesar de la incorporación paulatina de lesionados, el rendimiento del equipo tampoco mejoró inmediatamente si no que fue creciendo a medida que los futbolistas recuperaban forma física y se adaptaban a los ritmos exigentes que impone el entrenador. La esperanza para la segunda vuelta es que jugadores tan determinantes como Corredera o Shashoua alcancen su mejor nivel y puedan aportar al equipo, así como recomponer la confianza de la zaga, sea con la misma pareja de centrales titulares del curso pasado o dando entrada a Sipcic o Carlos Ruiz. En cualquier caso, el Tenerife necesita recuperar los niveles de esfuerzo de la temporada pasada para que el libreto de Ramis surta efecto. Los nuevos fichajes han aumentado la calidad técnica del plantel pero ha sido a costa de mermar la competitividad de un equipo que solo sabe prosperar cuando todos sus jugadores dan el máximo.