Casi 17 años han transcurrido desde aquel 15 de febrero de 2006 cuando Miguel Concepción accedió a la presidencia del CD Tenerife. Esa temporada el Tenerife militaba en Segunda División y el aficionado puede ubicarse temporalmente solo con nombrar algunos de los jugadores que formaban parte del plantel, como Ricardo León, Ángel Rodríguez o Cristo Marrero. Desde el punto de vista deportivo, Concepción subraya en su carta, bajo el título "Del Tete, siempre" que "dejamos el club en la misma categoría que estaba en 2006, con una temporada en Primera División, dos finales para regresar a la élite y superando el tránsito que nos situó, durante dos campañas, fuera del fútbol profesional".
En lo que respecta al rendimiento futbolístico, el balance de su presidencia es pobre sobre todo después de una estancia tan prolongada, como el propio Concepción señala en su misiva: "Nunca llegué a pensar que acabaría siendo el presidente que más tiempo haya ocupado el cargo". En cualquier caso, se torna aún más decepcionante si echamos la vista atrás y recordamos que el mismo equipo que ascendió en Girona con gol de Kome en 2009 encadenó dos descensos y pasó dos temporadas en Segunda B.
En cuerpo y alma
Después de 6.144 días en como máximo dirigente blanquiazul, el empresario palmero se marcha "con la satisfacción del deber cumplido, seguro de que con errores cometidos, aunque con la conciencia muy tranquila" por haberse entregado "en cuerpo y alma a esta institución durante más de tres lustros". Entre los logros alcanzados bajo su mando, Concepción se muestra especialmente orgulloso de "la creación de la Fundación, la nueva y remozada Ciudad Deportiva de Tenerife Javier Pérez, la ilusionante puesta en marcha del Área de Fútbol Femenino, la recuperación de parte de nuestro patrimonio histórico o la reciente celebración del Centenario", subraya en su carta.
Sus hitos presidenciales se concentran mayoritariamente en la recta final de su mandato, tanto que inlcuso tuvo que apresurarse a inaugurar la reforma de la Ciudad Deportiva a pesar de admitir en su discurso de presentación de las obras que "aún faltan algunos remates, aunque avanzan a buen ritmo". Un mes después de ese acto, Concepción se marcha dejando atrás una última desilusión para los seguidores blanquiazules: el fallido partido del Centenario ante el Brondby, que apenas concitó el interés del aficionado y trastocó el calendario que manejaba el cuerpo técnico.
Por último, el presidente saliente esgrime de nuevo la gestión económica del club, en la que opina que se debe "valorar la reducción de la deuda, hoy por hoy muy controlada", si bien el alivio de las cuentas, sobre todo en la temporada 2009-2010, la última del equipo en Primera División, impactó negativamente en la parcela deportiva del club y precipitó dos descensos consecutivos de categoría.
Etapas y agradecimientos
Concepción asegura que la vida "son etapas" y "a pocas horas" de finalizar su "largo ciclo" como presidente del CD Tenerife, agradece "a todos/as el cariño, la entrega, la fidelidad y el trato dispensado, tanto a los diferentes consejos de administración que me he honrado en presidir, como hacia mi persona". En su carta de despedida, Concepción ha destacado el apoyo de las peñas y aficionados del CD Tenerife "a unos colores que se transmiten entre generaciones, y que son parte de la vida en blanco y azul".
"Se inicia una nueva etapa en la institución con otros dirigentes. Estoy convencido de que aunando la gestión, con el arraigo y la identificación, se conseguirán logros importantes en lo institucional y en lo deportivo en los próximos años. Saben que siempre me tendrán a su disposición. Este club está interiorizado en mi vida y representa un sentimiento que nos une", finaliza Concepción en su comunicado público de despedida.