Una plantilla confeccionada para luchar por el ascenso directo a Primera División no ha sido capaz ni de alcanzar el playoff. El sábado, a las 19:30 h.c. frente al Albacete Balompié finalizará una temporada para olvidar del CD Tenerife, en el que una de las pocas notas positivas llegó con el cambio de entrenador, un Joseba Etxeberría al que todavía no han renovado, pero podría hacerlo en los próximos días.
Comenzó el conjunto blanquiazul de manera prometedora ganando a Real Zaragoza y FC Barcelona con un fútbol que encantaba a la afición tinerfeña, pero todo cambió rápidamente y el equipo comenzó a descender en la clasificación hasta llegar a colocarse a un solo punto de la zona roja, hecho que propició la destitución de José Luis Martí.
Etxeberría se hizo cargo del banquillo y los capítulos volvieron a repetirse. El CD Tenerife escaló posiciones, lograba números de candidato al ascenso directo y se asomó a los puestos de la fase de ascenso hasta que, una vez más, sufrieron el mal de altura y una mala racha de cinco encuentros consecutivos sin ganar los dejó sin opciones de pelear por el objetivo marcado hace 10 meses.
Muchos pueden ser los responsables del fracaso, desde el presidente hasta los jugadores, como cuantiosas también pueden ser las excusas. Ni Martí ni 'Etxebe' han podido contar con la totalidad de sus futbolistas en ninguna de las 42 jornadas; los arbitrajes han perjudicado más que beneficiado al equipo isleño. Pero lo cierto es que, por enésima temporada, los fichajes no marcan la diferencia y los delanteros del CD Tenerife no alcanzan la veintena de goles.