Sobre todo, y aquí está la clave, cuando el equipo logra ser profundo por banda y acaban la jugada en centros al área. La dupla fija de Rubén Baraja compuesta por Joselu (1.70) y Dani Gómez (1.78) está recibiendo demasiados balones por alto de ambos costados. En un partido muy trabado, los blanquiazules lograron romper varias veces la zaga rival por las bandas, pero los centros por arriba siempre caían en agua de borrajas.
Luis Pérez (uno de los mejores jugadores de la temporada del CD Tenerife) cometió el ‘error’ en numerosas ocasiones de buscar a los delanteros por alto, que en el cara a cara con los centrales –de la Ponferradina y cualquier equipo- tenían todas las de perder, de la misma manera que si los que llegaban al remate eran los futbolistas de segunda línea, véase en esta ocasión Nahuel o Aitor cuando se animaba, también ávidos de centímetros.
Por la otra banda, Lausure y las incorporaciones de Álex Muñoz repetían de nuevo, cuando llegaban, el error del balón por alto, limitando las opciones de remate. Por supuesto, siempre puede caer alguna en situación de desmarque, pero hay menos posibilidades.
Con Joselu y Dani como indiscutibles, a pesar del tamaño de Miérez esperando una nueva oportunidad, el CD Tenerife debe incidir más en centros por bajos o incluso rasos, donde la dupla chicharrea pueden buscar su oportunidad. No en vano, ambos futbolistas son buenos ratones de área para buscarse su espacio.
Veremos qué pasa en adelante, aunque los resultados en líneas generales están siendo positivos. La paradoja fue que la victoria blanquiazul llegó de un centro al futbolista más alto y de espuela a ras de suelo. Así es el fútbol y qué más da lo que opine yo.