Para ello, el entrenador no solo podría incorporar algún cambio en el once titular sino que también está cerca de modificar la disposición de los jugadores en el terreno de juego. Tiene en mente se un equipo con las líneas más juntas y no tan expuesto al rival, por lo que el 4-3-3 que siempre defendió el anterior técnico tinerfeñista podría verse modificado.
Según lo que ha probado en los entrenamientos, Sesé Rivero está más cerca de un 4-4-2 que de otra cosa. No con dos delanteros, más bien con Borja Lasso más un ariete. Su intención también es arriesgar menos en la salida de balón, no comenzar el juego desde atrás, apostar con más pases de seguridad y llevar el juego más lejos del área propia.