Aquel día, con el recinto capitalino como testigo, CD Tenerife y Celta igualaron a un tanto, con Pepe Mel dirigiendo al equipo blanquiazul y ambos contendientes militando en Primera División. El portugués Bino adelantó a los locales y Catanha anotaría el último tanto del encuentro.
El recién renovado técnico blanquillo apenas perteneció al representativo unas dos semanas. Diez partidos, con un balance de tres victorias, dos empates y cinco derrotas derivaron en la salida de un preparador que llegó a la Isla con una Copa del Rey y una Recopa bajo el brazo (precisamente con el Real Zaragoza). Fue destituido en los vestuarios tras una dolorosa derrota ante el Celta (1-3), y se quejó públicamente de las formas empleadas por el entonces presidente Javier Pérez. Una escena cuanto menos curiosa.
No cumplió con las expectativas en un curso en el que el CD Tenerife salvó los muebles tras cuatro entrenadores 'a cuestas' y un final de infarto (3-2 ante el Valencia en la última jornada). Ahora trata de reinventarse de la mano del club con el que logró alcanzar el estrellato, y este domingo vivirá un partido especial en el Heliodoro. Aunque seguramente no tan especial como quisiera.