Víctor Padrón, delegado del CD Tenerife, emula a Cristóbal Soria

El delegado de campo fue expulsado en los últimos minutos del encuentro ante el Rayo

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El CD Tenerife ganó este sábado por la mínima al Rayo Vallecano en un partido con cinco goles, muchos errores y tensión en los últimos minutos. Esos compases en los que la veteranía cuenta, no solo en los jugadores sino también en otros cargos como el de delegado de campo. Víctor Padrón puso todo de su parte para que el tiempo corriera y no se jugase más, aunque le costara la expulsión.

Cristóbal Soria fue delegado del Sevilla FC en los peores tiempos del equipo andaluz, en Segunda División, pero también en los mejores. Los que guardará para siempre, ganando las primeras copas de la UEFA. Un Sevilla que enamoraba al mundo allá por 2006 y en el que también todos sumaban para obtener buenos resultados.

Ahora contertulio en El Chiringuito de Mega, Soria será recordado por su particular comportamiento entre los dos banquillos del Sánchez Pizjuán, poniendo calma entre ambos cuerpo técnicos, ordenando todo lo que debían hacer los recogepelotas en cada momento o bien tratando con los árbitros para evitar problemas. Pero, sobre todo, por el partido en el que decidió tirar un balón al campo y parar el juego. Luego, el Sevilla prescindió de él por la polémica que se formó.



Cristóbal Soria, fútbol Cristóbal Soria, exdelegado del Sevilla FC, en el Vicente Calderón.

Este domingo en el Heliodoro pasó algo parecido con Víctor Padrón, delegado de campo del CD Tenerife. Después de siete partidos sin conocer la victoria los blanquiazules la tenían al alcance de la mano, pero el colegiado se empeñó en alargar el sufrimiento, dando cinco minutos de tiempo añadido.

Con 3-2 en el marcador y los jugadores durmiendo el encuentro, Padrón entró en acción. De repente los recogepelotas (jugadores de la base del Tenerife) dejaron de entregar balones cuando se perdían por línea de banda o de fondo. Situación que re repitió en varias ocasiones, por lo que el colegiado se dirigió al delegado de campo y lo expulsó.

Una expulsión dulce, se perdió tiempo, contribuyó a la victoria del equipo y demostró que la unidad del vestuario no es solo entre los jugadores, también con el cuerpo técnico.