Los auditores advierten del empeoramiento de las previsiones económicas

Un 45% estima que el porcentaje de parados será mayor a la cifra prevista por el Gobierno y un 9% de estos cree que la caída del empleo será significativa

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El panel de expertos de la Junta Directiva del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España (ICJCE), compuesto por 34 auditores de firmas que auditan las cuentas anuales de cientos de medianas y grandes empresas de todo el país, o las asesoran en áreas vinculadas con la contabilidad, las finanzas o los procesos contables, ha respondido a una encuesta de coyuntura sobre perspectivas y evolución de las variables económicas más importantes que afectan a nuestro país, desde el pasado mes de mayo hasta el 1 de septiembre de 2019.

Los auditores aprecian signos de agotamiento y ralentización en todos los indicadores: cifra de negocios, niveles de actividad y consumo. Un 59% de los encuestados considera excesivas las tasas de crecimiento del PIB previstas por el Gobierno (el 45% cree que serían levemente inferiores y el 14% restante aprecia que serían significativamente menores). Aún así, un 27% ve factibles los incrementos del PIB previstos por el Gobierno por la inercia alcanzada por la economía española.

El Banco de España rebajó recientemente su previsión de crecimiento del PIB al 2%, destacando que la revisión del -0,4%, respecto a su anterior previsión, era una rectificación importantísima a la baja. Los auditores estiman que esa corrección sería la mínima, pudiendo ser aún mayor. 

Previsión de empleo  
La previsión oficial del paro, estimada por el Gobierno, se sitúa en el 13,8% para el final de 2019 y bajaría del 13% en 2020. Los auditores están divididos en este aspecto, ya que un 45% estima que el porcentaje de parados será mayor a la cifra prevista (un 9% de estos cree que la caída empleo será significativa). En el otro lado de la balanza, un 23% piensa que las cifras de paro pueden ajustarse a las previsiones del Gobierno y el 32% restante creía que todavía tenía efecto positivo la contratación veraniega.  

Como consecuencia de las expectativas del parón de la economía, en España ha caído la tasa de crecimiento del empleo fijo, aunque continúe en valores positivos, presentando la contratación temporal un mejor comportamiento, debido a la estacionalidad veraniega. La sensación de los expertos es que crecen los salarios medios y que se mantienen con tendencia a la disminución de la conflictividad media.

El empleo recoge con retraso la evolución de la economía, por ello, los expertos del panel apreciaban ritmos positivos de creación leve del empleo fijo (casi un 60%), frente a un 37% que aprecia una paralización del mercado de trabajo (14%) o leves caídas de contratación (23%).

En lo relativo a la creación de empleo temporal, las cifras son un poco más conservadoras ya que el momento de la encuesta coincidía con el momento álgido de la contratación veraniega. No obstante, el turismo seguía funcionando adecuadamente. Así, un 68% de los analistas veía crecimiento, eso sí, ya muy leve, frente a un 14% que veía mantenimiento y un 9% descenso en las contrataciones. La evolución en la serie, considerando valores medios de las opiniones recabadas, va cayendo poco a poco desde el verano de 2018.  

Los #auditores advierten sobre los signos de agotamiento y ralentización de la #economía española https://t.co/OuslMRj38a vía @epeconomia

Salarios y conflictividad laboral  
Aun ralentizándose rápidamente en los últimos meses, la economía española ha ido bien a lo largo del año, tras unos semestres de bonanza, lo que ha empujado los salarios al alza en el pasado verano. Al menos, así lo percibían seis de cada 10 expertos, frente a un 32% que creían que los salarios se estaban manteniendo. En los extremos un 5% veía subidas salariales significativas frente a otro 5% que apreciaba caídas por el mismo concepto.  

En términos interanuales, la serie desvela que los salarios, que todavía disminuían en términos netos en 2016, se recuperaron con fuerza en 2017 y han venido oscilando sin grandes variaciones desde entonces, aunque en el último semestre se haya podido apreciar un leve incremento adicional.

Como sucede tras épocas de bonanza relativa, las reclamaciones salariales incrementan las reivindicaciones laborales en forma de paros y se produce también un aumento del absentismo. Estos hechos preocupaban a un 45% de los encuestados en el período anterior, pero este temor se ha visto suavizado por la sensación de empeoramiento de la economía, de manera que ese porcentaje ha descendido a un 36% de los que, además, el 27% cree que existiría un incremento de la conflictividad muy leve. Por el contrario, la inmensa mayoría aprecia un mantenimiento de esta en límites sostenibles (45%) o incluso percibe una disminución de esta (19%).  

Bréxit y tipos de interés
El panel muestra un amplio consenso respecto al mantenimiento de los tipos de interés en mínimos, habida cuenta de los riesgos del Brexit para la zona euro. Así lo veían dos de cada tres expertos. Por otro lado, los que veían variaciones advertían de que serían insignificantes, dividiéndose entre los que opinaban que podía subir muy poco (14%), y los que creían que podían bajar todavía un poco más (23%). Es a este último grupo al que la UE parece estar dándole la razón. 

Global economic confidence falls to lowest level in almost eight years in Q3 2019 https://t.co/wWeQAmB68Y


Finanzas empresariales 
Los accionistas empiezan a estar reacios a aportar nuevos fondos y permanecen estables los niveles de endeudamiento. La liquidez no ha mermado, es decir, no es, al menos de momento, un problema financiero, sino de desconfianza ante la evolución a peor de la economía real: ventas, empleo e inversiones, en las que se aprecia una ralentización de la economía, que se confirma cuando se analizan las variables financieras. La actitud de prudencia y de wait and see (esperar y ver) se deduce de este análisis de la evolución de las variables ligadas a la economía real.  

Las empresas están manteniendo sus niveles previos de liquidez, así lo contempla el 82% de los encuestados que ve que estos niveles podrían haber crecido algo, mientras que un 18% estima que hay disminución en la tesorería. En términos de serie, puede apreciarse como la liquidez viene manteniéndose desde el invierno de 2017, luego las empresas, al menos de momento, no tienen problemas de tesorería, debiéndose el parón en las variables de la economía real a la falta de expectativas positivas.  

En línea con lo expuesto anteriormente, la mitad de los encuestados aprecia que los niveles de endeudamiento se vienen manteniendo e incluso un 14% adicional cree que se siguen pagando créditos para mejorar los niveles de endeudamiento empresarial. Incluso el 36%, que aprecia un crecimiento de la petición de préstamos, valora que la tasa estimada sería muy pequeña. En el análisis de series temporales, la evolución es plana desde 2017, es decir, las empresas se están resistiendo a invertir mediante financiación externa o bancaria, por lo que estarían disminuyendo la inversión.

En consonancia con todo lo anterior, se confirma la reticencia de los accionistas de nuestras empresas a continuar con sus aportaciones a las empresas en que participan. Así lo percibe el 27% de los expertos del panel, un 45% las mantendrían a niveles anteriores y el 18% restante opina que estarían cayendo. Hace un año la confianza del empresariado en el futuro de sus empresas las llevaba a aportar fondos de manera significativa, según la percepción de un 72% de los encuestados.

Inversión empresarial
En términos medios, las inversiones en equipos, I+D, internacionalización y adquisiciones, siguen siendo positivas, pero las tasas de crecimiento de estas están disminuyendo en todos los conceptos de manera leve. Esta ralentización ha llegado ya a las inversiones dirigidas al descenso de costes y aumento de productividad. Si analizamos conjuntamente esta evolución con la de las contrataciones, vemos como las empresas estarían iniciando movimientos defensivos ante un posible empeoramiento de la economía.  

La inversión en bienes de equipo ha continuado creciendo para el 50% de los encuestados, lo que coincide con el porcentaje de nuestra anterior encuesta, pero en aquel momento el otro 50% veía un mantenimiento de la inversión y ahora este porcentaje ha caído al 41%, percibiendo el 9% restante que la inversión estaría disminuyendo. Se rompe así una tendencia desde el invierno de 2017 en que las inversiones venían presentando signos de estabilidad, como corresponde con una época de crecimiento moderado.

Como reacción a la ralentización en nuestro país, las empresas parecen haber entendido que la salida al exterior supone un remedio a los problemas internos. Por ello, un 59% de los encuestados aprecia que sus clientes han optado por esta vía y un 27% considera que la misma se sitúa en niveles similares a los del período anterior. Las tasas interanuales varían ligeramente pero pueden considerarse estables desde el invierno de 2017.

Una de las variables de ajuste estaría siendo la inversión en I+D+i, que aun siendo positiva para el 55% de los encuestados, en el período anterior, este porcentaje subía hasta el 72% de las opiniones. Es decir, como respuesta a la incertidumbre económica, un 36% de los encuestados piensa que los importes invertidos en investigación no estarían creciendo, aunque tampoco descienden, al menos hasta que vayan concluyendo los proyectos ya iniciados.