"Teatralidad" en las modificaciones tributarias aprobadas por los parlamentos autonómicos

Valentín Pich, señala que determinadas comunidades autónomas "juegan a subir o bajar impuestos" pero, en realidad, la incidencia que eso tiene es menor

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El Consejo General de Economistas y el Registro de Asesores Fiscales (REAF) perciben "cierta teatralidad" en las modificaciones tributarias aprobadas por los parlamentos autonómicos, y señalan que "hacer impuestos" vale mucho dinero y los tributos propios sólo representan el 2,2 % de la recaudación.

En rueda de prensa para presentar el Panorama de la fiscalidad autonómica y foral de 2017, el presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, señala que determinadas comunidades autónomas "juegan a subir o bajar impuestos" pero, en realidad, la incidencia que eso tiene en el presupuesto regional "es mucho menor que la que puede tener de cara a las votantes".

Pich explica que esto de "yo subo, yo bajo es muy mentiroso" y, por ello, un cambio en el sistema de financiación autonómica, al menos en las comunidades de régimen común, es fundamental.

En concreto, el informe sostiene que el sistema actual no es transparente, los resultados de financiación que arroja son arbitrarios "manteniendo unas diferencias que no se explican por las necesidades de gasto" y, además, no se cumple el principio de corresponsabilidad fiscal.

En la rueda de prensa, el presidente del Consejo de Economistas subraya que esta dinámica de "tanta descentralización" conlleva competencia fiscal pero esta debería ser ordenada, "no anárquica" por lo que plantea un tipo mínimo para todas las comunidades "y, a partir de ahí, que cada uno apechugue y se espabile".


"Contribuyentes, en otra onda"
Además, añade que "no se puede pedir a los impuestos que lo arreglen todo" y hay muchos contribuyentes que "por mucho que se suban los impuestos están en otra onda".

En la misma línea, el presidente del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), Jesús Sanmartín, también en rueda de prensa, tilda de "excesivo" el debate en el que los impuestos lo solucionan todo y asegura que lo que realmente resuelve todo es que "la economía crezca".

Sanmartín precisa que lo que de verdad recauda son los grandes impuestos. "No hay que hacer piruetas". Además y a modo de ejemplo, comenta que impuestos como el de sucesiones recauda "relativamente poco".

Del estudio presentado hoy, tanto el Consejo de Economistas como el Registro de Analistas Fiscales concluyen que las desigualdades entre comunidades son muy diferentes según los impuestos y las autonomías han usado mucho su capacidad normativa estableciendo multitud de reducciones, deducciones o bonificaciones.

En el informe se recuerda que existen hasta 79 impuestos propios aprobados por las comunidades autónomas, de los cuáles algunos están en suspenso, bonificados al 100 % o declarados inconstitucionales.

Estos impuestos propios representan sólo el 2,2 % de la recaudación tributaria y el 77 % de ellos (3 euros de cada 4) está relacionado con el agua.

Y además, en algunos casos, es probable que la recaudación del impuesto no llegue a cubrir los costes derivados de su establecimiento y recaudación.

Los impuestos

Por contra, la mayor parte de los ingresos impositivos de las comunidades autónomas corresponden a la participación en los grandes impuestos.

De hecho, los ingresos por IRPF suponen el 35,70 %; por IVA, el 31,62 % e impuestos especiales, el 16,04 %. En total suman el 83,36 %.

Las desigualdades entre comunidades son muy diferentes según los impuestos. En IRPF oscilan, según rentas, entre el 6 y el 12 % y en el Impuesto de Patrimonio y Sucesiones y Donaciones pueden ser radicales.

Por ello, los asesores fiscales se decantan por suprimir patrimonio e igualar, al menos en los tipos mínimos, el de sucesiones.

Según el estudio, la cesta de los tributos cedidos contiene algunos con regulación obsoleta y los tributos propios conforman un panorama complejo e ineficiente.

Por ello concluye que el modelo de financiación autonómica, que deberá determinar los recursos a disposición de las comunidades autónomas y los criterios de reparto, estableciendo el criterio de población fiscal ajustada, condicionará el diseño de algunos tributos.