El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de la ciudad siciliana Catania mantiene un control exhaustivo de toda la actividad que genera el volcán. La última se inició el pasado 23 de enero y fue intensificándose de manera gradual hasta que los temblores volcánicos alcanzan sus niveles más elevados y se pueden ver fuentes de lava brotando hacia el cielo que suelen superar varios cientos de metros de altura. También se aprecian explosiones de fuego y una colada de lava.
Estos fenómenos no suelen constituir un peligro para las personas, aunque los habitantes de las localidades más cercanas, Zafferana y Linguaglossa, suelen notar una modesta lluvia de cenizas y suele ser necesario cerrar las carreteras cercanas y hasta el aeropuerto de Catania. El Etna tiene 3.322 metros de altura y está situado en la parte oriental de la isla de Sicilia, entre las provincias de Mesina y Catania