Santiago Negrín

Opinión

Ansiolíticos, en tiempos políticos...

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En varias farmacias de Tenerife y Gran Canaria, se han recibido extrañas recetas con pedidos exagerados de ansiolíticos y brebajes varios. El consumo de tranquilizantes aumentó en el confinamiento casi un 5%, por angustia e insomnio provocados por la situación. Y la cosa, en lo político, amenaza con seguir aumentando...

Parece que hay solicitudes del Ayuntamiento de Santa Cruz, algunas Consejerías, el PP, y hasta de Podemos, esa gente tranquila que no suele inmutarse. En CC se conforman, de momento, con la Valeriana lagunera de Fernando Clavijo, mientras que en VOX, muy tradicionales ellos, han optado por encargar unas botellitas de “Agüita del Carmen”, socorrida para posiciones extremas. ¿Y los gomeros? Cuentan que Casimiro Curbelo guarda una pócima del Cedro, a base de parra y miel de palma.

Cajas de “Dormidina” se acumulan en los Grupos Parlamentarios. Se murmura que el presidente, Gustavo Matos, guarda una remesa en los fondos oscuros de la Institución, para caso de “necesaria dispensa a sus Señorías”. ¿Por qué andan tan nerviosos nuestros políticos?

En CC, porque con Fernando Clavijo se la juegan en el Congreso de octubre. En el PP, porque Manuel Domínguez, presidente de Tenerife, quiere ser presidente regional (ansiolíticos para el PP Gran Canario). En Podemos porque se fue Noemi Santana y cuentan que Alberto Rodríguez (el de los pelos) y Juan Márquez, andan pastilla en mano calmando a sus hordas y postulándose. En Vox porque no encuentran candidatos. Tocados varios perfiles atractivos, a la hora de la verdad, huyen espantados ¿Por qué será...?

En Cs porque les han mandado leer “Crónica de una muerte anunciada”, de García Márquez. En el Ayuntamiento de Santa Cruz, porque para una moción de censura, puede que no haya ansiolíticos que valgan, y en el Gobierno, porque después de los cambios en Sanidad y Educación, o hacen bien las cosas, o se les cierra la farmacia. En el PSOE de Tenerife, Pedro Martín y su tribu, están necesitando, me cuentan, algo más que un ansiolítico para asumir, que ya no tienen a nadie en su Gobierno de Canarias.