José J. Rivero

Opinión

Contagios Positivos

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¿Qué curiosa es la manera en que nuestro cerebro responde a la realidad? 

Este órgano vital que entendemos casi perfecto, tiene una capacidad única e inigualable destinada a salvarnos la vida, es decir, tiene como tarea garantizar nuestra supervivencia. 

Pese a quien le pese, esa maquinaria biológica apuesta firmemente por tu seguridad, incluso aunque para ello deba de hipotecar tu felicidad. Hablamos por tanto de dos objetivos enfrentados, aunque si los consigues unificar te harán la persona más dichosa del mundo.

La felicidad y el bienestar nos obligan a estar en constante crecimiento personal que se traduce en un proceso que te construye a lo largo de tu experiencia vital. 

¡Si! me refiero a cada momento vivenciado donde nuestra historia vital nos define y nos hace que respondamos a los acontecimientos vitales de distintas formas. Aquí es donde entra nuestra voluntad, nuestra manera de afrontar la realidad, para ello debes de entender que el cambio es inherente a todo persona, y que tu lo propicias y lo gestionas. 

Uno de los mecanismos biólogicos y sociales que responde de manera inequívoca a potenciar nuestra realidad como parte de un todo, que se centra en la construcción de nuestra vida, desde la necesidad personal de crecer con los otros, es la necesidad de compartir y convivir en grupo. Lo que sin duda nos obliga a adecuar nuestra manera de interactuar y entender a los demás. Sin duda el convivir nos hace propensos a contagiarnos de los estados de ánimo de los otros, es por ese motivo por el que debemos de aprender a no llevarnos el dolor o el sufrimiento de los otros, sino a entenderlo y comprenderlo, para así acompañarlo.

Sin duda alguna el convivir implica compartir esperanzas, anhelos, metas, alegrías, tristeza e incluso soledades. Las personas solitarias con las que convivimos pueden contagiarnos su estado de ánimo, y esa peculiar forma de interpretar la realidad que hace que incorporemos a nuestra vida esa sensación de soledad.

Es curioso observar como nuestro sistema nervioso reacciona ante una vivencia determinada activando una serie de creencias, pensamientos y emociones, es decir, abrimos nuestro baúl de vivencias y aprendizajes e incorporamos lo que cogemos a nuestra manera de ver y a nuestra experiencia vital. Lo que suele suceder con el contagio es que mientras observamos a una persona que vive su vida sintiéndose en soledad, no solo percibimos lo que le sucede, es decir no solo prestamos atención a su forma de actuar y a sus expresiones emocionales, sino que además se activan sistemas cerebrales relacionados con la ejecución de dichas respuestas, por esa razón sufrimos esos contagios de soledad. 

Efectivamente, como comentábamos más arriba, nuestro cerebro tiende a dar una respuesta que garantice su supervivencia, y sobretodo que no contemple el cambio como una alternativa a la tranquilidad a la que tiende por naturaleza. Cambiar es aventurarse, es iniciar un camino sinuoso, es ponerse en riesgo, es decir, abandonar la tranquilidad y el status quo. El cambio y la transformación la vivimos como un problema pues implica no controlar una situación. Es cierto, que la sensación de control no pasa por ser más que eso, una sensación de seguridad no real.

Sin duda tu proceso de crecimiento y construcción personal pasa por potenciar entornos positivos, pero no obviando que existen el dolor y la tristeza, en ti y en el otro, entornos que nos inhundan y nos contagian si no somos capaces de gestionarlos y transformarlos. 
Me viene a la cabeza ese concepto del que hablan los daneses y que denominan el estilo de vida Hygge, que hace que las personas  se roden de personas que potencian su positividad y construyan entornos positivos transformadores y reforzadores. Ese es el motivo que te debe de llevar a potenciar herramientas que te ayuden a regular las emociones, a entenderlas como son la empatía, el autoconocimiento o el optimismo, que nos permitan convivir y transformar nuestras vivencias en momentos donde construir felicidad y en entornos positivos y saludables, además de esta manera potenciamos los contagios positivos.