Hace unos días mientras abordaba un proceso de trabajo en autoestima, le trasladaba a la persona el papel crucial que juega esta en nuestra posibilidad de transformación personal, ya que la autoestima positiva opera en el sistema inmunológico de la conciencia, otorgando resistencia, fuerza y la capacidad de regeneración”. Entendiendo que debemos estar predispuestos a vernos como competentes en los diferentes aspectos de nuestra vida, es decir debemos de sentirnos autoeficaces y merecedores de felicidad.
Si echamos mano a uno de los cientos de manuales de autoayuda al uso que trabajen la mejora de autoestima, podríamos llegar a la conclusión de que es un sentimiento de aceptación y amor hacia nosotros mismos, pero si profundizamos un poco podemos observar que va unida a un sentimiento de competencia y valía personal que denominamos “autoeficacia”.
La autoeficacia es un concepto retomado por la psicología positiva donde la persona responde positivamente ante un conjunto de creencias en sus propias capacidades, es decir, se siente competente para valorar, planificar y responder ante los distintos retos que nos plantea la vida. Por lo tanto, la persona confía en sus capacidades para lograr un determinado logro en su vida, conociendo y valorando el esfuerzo a realizar como fuente deestabilidad ante las dificultades e incluso la no consecución de esos logros.
Una persona con una alta autoeficacia entiende que puede que no logre sus metas, pero tiende a no rendirse, confiando en sí misma y en sus competencias, lo que le permite no caerse ante el fracaso y seguir avanzando en el cumplimiento de metas y planes de vida. Además, la sensación de competencia le hace aprender como potencial ante los posibles errores, lo que implementa su capacidad de crecimiento personal, ya que se ve reforzada en las situaciones de dificultad, entendiéndolas como partes del proceso.
Para ser autoeficaz es fundamental que elimines de tu vida el fatalismo, las situaciones son como son y depende de ti cambiarlas, el pesimismo no te permite apreciar los arboles que componen el bosque. Funciona como un optimista inteligente, es decir, no te centres únicamente en lo malo, y utilízalo como fuente de aprendizaje. Revisa tus metas e intenta ser realista con tus objetivos y recursos, cree en tus capacidades y competencias e inténtalo, solo así podrás conseguirlo, aunque no te preocupes si fallas a la primera, estaba en el guión.