José J. Rivero

Opinión

Fortaleza Digital

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Cuando abordo los diferentes temas que trato en este blog lo hago desde la perspectiva de la psicología positiva como disciplina (dentro de la psicología) destinada a estudiar y promover que aspectos podemos potenciar en nuestra vida que nos hagan fomentar nuestro bienestar y de esa forma enriquecer la misma, generando en nosotros más experiencias que nos permitan experimentar la felicidad como elemento primordial dentro del desarrollo personal. Se han ido desarrollando una serie de herramientas abaladas por las tecnologías destinadas a potenciar y enriquecer la calidad de vida de las personas. Herramientas que abarcan múltiples campos, basadas principalmente en el aprendizaje y el desarrollo de elementos sociales, con un objetivo máximo fomentar la conveniencia, que persiguen mejorar la salud.

No es menos cierto que desde este concepto de aprendizaje, entretenimiento y calidad de vida podemos afirmar que se ha generado una polémica importante sobre el papel real que están jugando las nuevas tecnologías en la mejora de la vida de las personas. Saber si realmente estas aportan elementos significativos a nuestro desarrollo personal o por el contrario busca el implementar elementos que van destinados principalmente a la búsqueda del placer o el desarrollo de elementos de convivencia superfluos y carentes de sentido.

El disfrutar jugando, teniendo en cuenta que la sensación de que eres quien dominas las habilidades que te pide ese videojuego, el poder conectarte con muchas personas a través de las diferentes herramientas en las distintas las redes sociales o por ejemplo el elevado e importante número de niños que realizan y graban videos para YouTube con un objetivo vital importante, encajar en un perfil autodenominándose youtuber. 

Todo ello podría conducirnos a fomentar nuestra mejora personal en elementos tan sustanciales como el aprendizaje de emociones, nos podría fomentar el desarrollo de estrategias que mejoraran nuestras diferentes habilidades sociales. El desarrollar elementos dentro de cada herramienta que pudieran implementar la resiliencia o la sensación de plenitud. Todo ello sería esencial en el desarrollo de las personas.

La tendencia a seguir se basa principalmente en examinar que aspectos de nuestra vida que nos conducen al fomentar la sensación del bienestar a través del desarrollo de estrategias destinadas al fomento del desarrollo de herramientas destinadas a mejorar nuestro mundo social, herramientas que nos acerquen a los otros de forma positiva. Lo que implicaría el rediseño de los juegos, haciendo que estos fueran destinados a desarrollar el sentido vital. Actividades que fomenten el desarrollo del talento que nos permitan implementar el compromiso como elemento importante dentro de nuestra vida y que se vinculen con actividades centradas en fomentar el saboreo. Generando experiencias que nos permitan el experimentar la vivencia de las emociones positivas.

Sin duda desde la psicología positiva los diferentes estudios y las líneas teóricas desarrolladas nos llevan a entender que el bienestar no es algo fortuito, sino que depende de la voluntad de las personas y de todas aquellas estrategias que ponemos en marcha centradas en el fomento de experiencias que nos conduzcan al cambio positivo que nos conduzcan al crecimiento personal.

Debemos además entender que la base de esta edificación personal comienza por el desarrollo de hábitos de vida saludables, además de la construcción de una realidad social desde la creación y el refuerzo de vínculos como la familia y los amigos.

La idea en todo esto sería intentar desarrollar programas y juegos que fomentarán la conjugación de ambas herramientas. Es decir conjugar los elementos destinados a la mejora de nuestro bienestar dentro de la era de las pantallas, donde el tiempo medio de interacción con el mundo virtual ha aumentado considerablemente.

Evidentemente es fundamental que en los juegos se trabaje la empatía como elemento esencial dentro del fomento de la gestión de las emociones. O la gratitud como expresión del agradecimiento a todo lo que nos rodea, lo que nos permite evaluar lo que tenemos y agradecer la cercanía al otro.

Todo ello plantea una fuerte apuesta por comenzar a trazar líneas estratégicas que conjuguen el desarrollo digital a la que todos y todas tenemos acceso y sobretodo nuestros hijos que nos permitan potenciar su bienestar, su salud es decir plantear la vida como un proceso de construcción, de transformación que nos acerque un poquito más a la felicidad desde la era digital en la que estamos viviendo.