El Régimen Económico y Fiscal de Canarias, un mecanismo de compensación

En el caso de las Islas Canarias esta observación se ha visto agravada por la lejanía con respecto de los principales centros de abastecimiento

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La carencia de recursos naturales característica de un territorio de escasa extensión constituye la mayor dificultad para su desarrollo, quedando a merced del suministro externo toda posibilidad que permita combatir esa dificultad. Tal situación describe un cuadro de dependencia en el territorio que sufre las condiciones limitativas que la naturaleza le impone, afectando en gran medida la definición de su modelo productivo, y por ende, de la evolución de su sociedad.

En el caso de las Islas Canarias, esta observaciónse ha visto agravada por la lejanía con respecto de los principales centros de abastecimiento de materias primas, que a menudo deben ser trasladadas desde distancias considerables, soportando por ello costosos cargos.



En este escenario y ante un mundo en el que las exigencias de competitividad son cada vez mayores, disponer de un mecanismo que compense los efectos derivados de esos obstáculos se presenta como la única vía para un desarrollo económico y social equiparable al que se da en otras áreas políticas de referencia, razón que por sí justifica la implantación de un Régimen Económico y Fiscal específico que dé respuestas a un caso singular.

En el caso concreto del archipiélago canario, su Régimen Económico y Fiscal propio está llamado a corregir las asimetrías impuestas por los condicionantes geofísicos referidos. Toma el relevo de una tradición histórica que ha cedido a las Islas Canarias un tratamiento diferencial y cuyos antecedentes se remontan a la época de los Reyes Católicos que dieron tras la conquista e incorporación del nuevo territorio a la Corona determinadas exenciones fiscales para facilitar el asentamiento y reforzar las bases que permitieran mejorar su desarrollo social.

El archipiélago canario toma el relevo de una tradición histórica que ha cedido a las Islas Canarias un tratamiento diferencial y cuyos antecedentes se remontan a la época de los Reyes Católicos

Otro importante hito en esta evolución histórica lo supuso la instauración por ley en 1852 de los Puertos Francos, a cuyo surgimiento quedaron vinculadas importantes ventajas fiscales sobre la importación de mercancías. Ya en el pasado siglo, la Ley 30/1972 consolida la gestación del Régimen Económico Fiscal de Canarias con rango legal, siendo décadas más tarde, cuando queda armonizado en el contexto normativo de la Unión Europea, con la Ley 20/1991 en primer lugar, y la Ley 19/1994 que regula medidas concretas en el orden económico y fiscal, con la introducción de ciertas figuras impositivas y la creación de una Zona Especial Canaria (ZEC), siempre en la perspectiva expositiva que se motiva por la necesidad de compensar la lejanía y la fragmentación del territorio, posibilitando así, reducir la repercusión que por ello se produce en los costes que inciden en la competitividad y por tanto, que condicionan decisivamente su desarrollo social.

El Régimen Económico y Fiscal de Canariaspone su punto de mira en distintas extensiones: El transporte (tanto de mercancías como de personas) y las telecomunicaciones; la energía y el agua; la promoción comercial; la promoción turística y la rehabilitación del sector; la creación de empleo y la formación profesional; los incentivos a la inversión y el desarrollo de determinados sectores económicos como la gestión de residuos, el desarrollo de energías renovables.

En el ámbito de la fiscalidad es quizás donde el REF alcanza en mayor medida su carácter de instrumento corrector proponiendo importantes incentivos como la Reserva para Inversiones en Canarias

Para cada uno de los aspectos mencionados contiene una serie de medidas específicas que materializa en forma de ayuda implícita o explícita, entre algunas de las cuales resultan especialmente significativas en el ámbito económico, las ayudas al transporte tanto de mercancías como al traslado de personas dentro del ámbito insular y entre este con territorio peninsular, que permite a los residentes canarios obtener un descuento considerable en el precio de los billetes de transporte tanto marítimo con aéreo.

En el ámbito de la fiscalidad es quizás donde el REF alcanza en mayor medida su carácter de instrumento corrector proponiendo importantes incentivos como la Reserva para Inversiones en Canarias; El Registro Especial de Buques y Empresas Navieras; un Régimen Aduanero específico que responde a las singularidades propias de la insularidad y la lejanía; La Deducción por Inversiones en Canarias (DIC) que reducen en un régimen de mayor cobertura con respecto al resto del estado, las cargas tributarias derivadas de la imposición directa por el desarrollo de actividades económicas; la Deducción prevista por Inversiones en Producciones Audiovisuales, que como en el caso anterior, goza de una aplicación más extensa que la que resulta en el resto del territorio nacional; así como Deducciones por determinadas Inversiones y Producción de determinados bienes.