Descubre estos cuatro rincones de Gran Canaria

Desde la diversa costa, pasando por las inmensas dunas hacia la cumbre, Gran Canaria es un destino que tienes que saborear y disfrutar hasta el último minuto.

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Encontrarte y reencontrarte las veces que haga falta hasta que tú corazón lata al ritmo del volcán, por siempre Islas Canarias.


Gran Canaria es esa isla que posee un sin fin de paisajes que sobrecogen el corazón a cualquiera. Su biodiversidad en tan diferente que muchos la han catapultado como la ínsula continental, pues en menos de 40 min. y en un radio de 100 km. podemos encontrar diferentes parajes como éstos.

Hoy, desde mi particular perspectiva, les quiero mostrar varios sitios que para mí, son muy especiales, porque siento que me aportan una energía muy bonita, arraigada a la tierra y la naturaleza que desprende estos rinconcitos.

No podíamos empezar por otra zona que no sea el sur, y aunque esté masificado con un sin fin de turistas tanto nacionales, locales o extranjeros, siempre hay horas punta donde puedes disfrutar de la soledad sin problema alguno.

1. Patalavaca, Tauro o Maspalomas.

Son tres emplazamientos que pueden trasladarte a otra dimensión. Las inmensas dunas de Maspalomas harán que piensen por un momento que estás en Merzouga o el desierto del Gobi, eso sí, con el aliciente que siempre en el horizonte encontrarás mar.
Como esta pequeña y preciosa infinity pool que podrás disfrutar en casi cualquier alojamiento que se precie en esta zona de la isla.

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Infinity pool y Dunas de Maspalomas | AIDA RIVERO

2. Presa Las Niñas, Roque Nublo y Tejeda.

Mis favoritos si quieren perderse entre la maleza, la vegetación, las alturas y despedirse del sol ese día es la roca central en el Roque Nublo y la Presa de las Niñas. Un halo de misterio e intriga se te quedará en el cuerpo cuando camines por el borde de la presa buscando un lugar donde sentarte y contemplar la belleza sin igual del lugar.

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Presa de las Niñas | JORGE MORENO


Un lugar donde la luna se hace real, donde la puedes casi llegar a tocar, donde con la punta de tus dedos puedes rozar la libertad.


3. Sardina del Norte, Agaete, La Aldea.

Las formas variopintas que se generan en la costa dando lugar a un juego de texturas como si de la mismísima luna se tratase, es sin lugar a dudas, lo mejor de todo este artículo. Formas que se entrelazan dando lugar a paisajes de otro mundo siempre me ha llamado mucho la atención.
Quizás por eso, la zona norte es la que más cariño le tenga, como el pequeño pueblito de Sardina del Norte.

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Sardina del Norte | JORGE MORENO/AIDA RIVERO