Ecologistas piden erradicar el ganado asilvestrado en Canarias

AtlanticoHoy / EFE

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cabras pixabay
cabras pixabay

Distintos colectivos sociales y asociaciones ecologistas han mostrado este viernes su “extrema preocupación” por la presencia de ganado asilvestrado en numerosos sitios de Canarias y han pedido su erradicación para salvar los endemismos de las islas, entre otros aspectos. Cabras y ovejas salvajes, así como conejos, muflones o arruís sin dueño generan un “gravísimo” impacto sobre la flora, la fauna, el suelo y, en general, sobre el ecosistema natural de muchas regiones canarias e impiden la recuperación de las comunidades vegetales endémica, afirman en un comunicado.Regiones como el Barranco de Guguy en Gran Canaria, la Caldera de Taburiente en La Palma, los montes de Anaga en Tenerife, el Pico de La Zarza en Fuerteventura, los riscos de Famara en Lanzarote, la laurisilva de La Gomera o Tibataje en el Hierro presentan un “extraordinario” valor natural afectado por esta ganadería ilegal. “Hay que tener en cuenta que la riqueza florística del archipiélago es única en el mundo y que en Canarias existen más de 80 especies vegetales endémicas que están amenazadas (y pueden) desaparecer, principalmente por el daño que le causan estos animales”, han denunciado en un comunicado.SEO Bird/Life, el Grupo de Ornitología de Canarias, la Sociedad Española de Biología de la Conservación, el Jardín Botánico Viera y Clavijo, la Asociación Abeque, Ecologistas en Acción, Ben Magec, Colegio de Ingenieros de Montes, la Real Sociedad Económica Amigos del País de Gran Canaria o la Asociación para la Conservación de la Biodiversidad Canaria han firmado el documento, entre otros.La evolución de los endemismos insulares sin herbívoros ha provocado que no hayan desarrollado defensas contra estos animales, que se introdujeron en las islas “mucho más tarde” y que, además, provocan desertización por resultar “tractores con cuatro patas”. “El pastoreo controlado y profesionalizado no se pone en duda y se reconoce como un pilar económico fundamental del sector primario insular, pero la existencia de herbívoros salvajes incontrolados y sin dueños no se justifica desde ningún punto de vista, y menos aún en los espacios naturales protegidos donde por ley está prohibida su suelta y presencia y por tanto su control”, han añadido.Los firmantes han señalado en esa línea que la existencia de estos animales asilvestrados se vincula a una actividad extractiva “puntual” ejercida por personas sin relación alguna con la actividad ganadera regulada. Los colectivos y asociaciones han subrayado además que en el punto 3 del acuerdo entre pastores y el Cabildo de Gran Canaria, suscrito en marzo de 2018, se recoge claramente que las cabras asilvestradas “no son pastoreo”.

Un ecosistema frágil

Ante unos ecosistemas tan frágiles como los insulares, agregan, las cabras sin dueño “no tienen cabida” porque afectan a la naturaleza, a las repoblaciones y a los cultivos, para lo cual pastores y administración insular trabajan conjuntamente con vistas a solucionar este problema medioambiental.La vigente normativa de gestión de la mayoría de los espacios naturales de las islas establece “sin ambigüedad” la necesidad de erradicar las cabras asilvestradas de estos espacios, han apostillado. Incluso la disposición adicional segunda del Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, a los efectos de la aplicación de las medidas de lucha contra las especies exóticas invasoras contempladas en el artículo 10, considera a los animales domésticos asilvestrados como “especies exóticas invasoras”.Los principales problemas ambientales a los que se enfrenta la naturaleza del archipiélago, como el cambio climático, desertificación o grandes incendios forestales, solo pueden resolverse con una política de restauración ambiental “firme”, según la nota. Una política con la que los procesos naturales de recuperación no se vean anulados por la acción depredadora sobre las plantas, y erosiva sobre los suelos, por parte de lo que han denominado “cabras sin control”