El primer emigrante: Joaquín Cárdenes

Joaquín Cárdenes Dumpiérrez (1902-1960) fue el primer emigrante del fútbol tinerfeño, el primer jugador en fichar por un equipo peninsular y el encargado de abrir el camino.

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Joaquín Cárdenes Dumpiérrez (1902-1960) fue el primer emigrante del fútbol tinerfeño, el primer jugador en fichar por un equipo peninsular y el encargado de abrir un camino que luego seguirían leyendas como Arocha, Semán, Chicote, Arencibia y muchos otros. Extraordinario mediocentro, se formó en el juvenil Toscal y luego en el Iberia. Y con apenas veinte años entró en la historia del Tenerife al formar parte del primer once alineado por este equipo tras su refundación como Club Deportivo: Hernández [Emilio Baudet causó baja en el último momento]; Rodríguez Bello, Cabrera; Francisquillo, Cárdenes, Renshaw; Madam, Graciliano Luis, Fernández del Castillo, Raúl Molowny y Croissier.

En su primera temporada como blanquiazul, Cárdenes fue el único jugador que participó en los 52 partidos –con un balance 38 victorias, ocho empates y seis derrotas– que ese curso disputó el CD Tenerife, mientras Graciliano Luis y Raúl Molowny se quedaron en 49. Entre aquellas citas estuvo el triple enfrentamiento ante el Real Vigo. Cárdenes deslumbró a los dirigentes del campeón de Galicia. “Su juego, ya deteniendo el avance del delantero a quien marca, ya sorteando los peligros para servir el balón a sus delanteros, es una verdadera filigrana”, escriben las crónicas de la época, que elogian su descomunal despliegue físico, su criterio y su juego de cabeza, “a despecho de su corta estatura”.

Tres años después repiten gira los gallegos, ya como Celta de Vigo. Y aunque sólo juegan en Gran Canaria, mandan a Tenerife a un emisario que ve al mediocentro blanquiazul exhibirse ante el Hespérides (5-2) junto a los jovencísimos goleadores Alfonso López y Ángel Arocha. Y el 3 de noviembre de 1926, Joaquín Cárdenes embarca hacia Vigo para integrarse en el Celta, al que lleva en dos ocasiones al campeonato gallego y otras dos veces a los cuartos de final de la Copa del Rey. El Arenas de Getxo (tras un desempate) y la Real Sociedad impiden a los celestes seguir adelante, pero no que Cárdenes llame la atención del seleccionador español en un tiempo sin apenas partidos internacionales.

José Ángel Berraondo le convoca para jugar ante Italia en El Molinón en abril de 1928 junto a Zamora, Prats, Goiburu, Samitier y otras glorias nacionales. Eso sí, al final apuesta en el once por el mítico Patxi Gamborena (veinte años como titular en el Real Unión de Irún) como mediocentro... y Cárdenes se queda sin ser el primer canario en debutar con la Roja, honor que corresponderá un año después al grancanario José Padrón. Durante un lustro en el Celta hará historia por su fútbol y por disputar el partido inaugural de Balaídos… tres años después de participar, entonces como blanquiazul, en el estreno del Stadium, lo que hoy es el Heliodoro.

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Cárdenes con la camiseta de la selección española cuando fue convocado, aunque no llegó a debutar con España.

Y aunque comparte equipo con sus paisanos Miguel Espinosa y Graciliano Luis, añora su tierra y en 1932 vuelve al CD Tenerife, con el que participará al curso siguiente en una exitosa gira por la Península con triunfos ante Athletic de Madrid y Barcelona. Y aunque vuelve a recibir tentadoras ofertas, sólo saldría de la Isla tras la guerra civil para ejercer de entrenador del Celta 40-41, al que logra mantener en Primera División ¡con seis tinerfeños en el once titular!: Victoriero, Fuentes, Sabina, Roig, Del Pino y Mundo.