Entusiasmo: fuerza y sabiduría interior

Para los griegos entusiasmo significaba “tener un dios dentro de sí”. La persona entusiasmada es guiada por la fuerza y sabiduría que habita dentro cada cual.

Guardar

Featured Image 4321
Featured Image 4321

Aunque son muchas las definiciones e ideas que nos vienen a la mente cuando pensamos en el entusiasmo, hoy queremos referirnos a él como aquello que nos moviliza para ponernos en marcha y apoyar o desarrollar una idea o proyecto. El entusiasmo es esa sensación de exaltación del ánimo que se produce por algo que admiras y que, en cierto modo, te atrapa y te cautiva.

Para los griegos, entusiasmo significaba “tener un dios dentro de sí”. La persona entusiasmada era aquella guiada por la fuerza y la sabiduría de un dios (el de dentro de sí mismos), capaz de hacer que ocurrieran cosas.

Cuando algo nos entusiasma, nos esforzamos porque tenemos un objetivo que cumplir. Dicho de otra manera, cuando los objetivos, personales o profesionales, que tenemos en nuestra vida nos seducen y enamoran nos sentimos entusiasmados. Aquí el entusiasmo se presenta como un motor del comportamiento.

Pero también, nuestro propio bienestar interior se asocia al entusiasmo, que puede surgir espontáneamente, sin que existan motivos aparentes. A cualquiera nos ha tocado pasar por épocas maravillosas en nuestras vidas y otras que no lo han sido tanto. Unas impregnadas de mucho positivismo y las otras de mucha negatividad. Esos buenos momentos, estas etapas vitales en la que todo a nuestro alrededor nos sonríe, nos llevan a vivir la vida con entusiasmo.

Image
Poder, creatividad y talento | IMAGEN DE LA RED

Queremos compartir contigo algunas claves para vivir con entusiasmo:

-    Recupera tu poder. Deja de buscar fuera y empieza a mirar hacia dentro, porque todo lo que necesitas está dentro de ti. Irnos de tiendas puede entusiasmarnos un rato, pero cuando llegamos a casa, eso que tenía tanto interés deja de tenerlo y empezamos a pensar en otra cosa… La sensación de vacío no desaparece y no llegamos a estar conformes con todo lo que vamos adquiriendo. En este caso están decidiendo otras personas (publicistas, comerciales…) sobre cómo podemos llegar a ser felices. Elige no sólo lo que de verdad quieres, sino también con quien quieres compartirlo y así recuperarás parte de tu poder.

-    Descubre tu talento. Cuando conectas con tu talento (o talentos) y los pones en valor, la alegría, el entusiasmo y las ganas de comerte el mundo, traspasando tus propias fronteras, se hacen presentes cada día. Es como si vivieras en otra dimensión donde te invade una sensación de enamoramiento, no sólo de lo que te rodea sino sobre todo de ti.

-    Ponte objetivos. Muchas de las personas que vienen a mis sesiones han perdido el entusiasmo, hasta tal punto que la vida casi no tiene sentido para ellas. En cuanto empiezan a vislumbrar la posibilidad de un horizonte al que dirigirse, esa sensación, esas emociones, cambian por completo. La desazón se convierte en la fuerza necesaria para empezar a dar los primeros pasos hacia el primer objetivo. Detrás de uno vendrán otros.

-    Cambia la manera de hacer las cosas. Si algo no te funciona, prueba a hacer cosas diferentes o a hacerlas de manera diferente. Puedes arriesgarte y utilizar la creatividad. Imagínate que todo forma parte de un juego y que cuando jugamos y liberamos a nuestro niño o niña interior, todo se vuelve más sencillo. Atrévete a hacer y a ser de otra manera.

Por último, decirte que la falta de entusiasmo tiene que ver con la falta de interés. Así que regálate un rato para pensar qué cosas te entusiasman realmente, porque puede ser que lo que te entusiasmaba hace un tiempo ahora se haya convertido en rutina. En ese caso es hora de buscar nuevos estímulos y explorar otros horizontes. ¿Te atreves?