Hablando con Tenerife

¿Qué me dirían si les digo que anoche estuve conversando con la isla?. Sí, sí, ¡con Tenerife!. Y resultó tan fascinante como pensaba...

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Nunca lo había hecho hasta ahora, a pesar de que siempre he tenido los oídos bien abiertos, y a mí, además de hablar, me encanta escuchar. Y qué demonios, llevo viviendo sobre ella toda la vida. 
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- ¡Hola, joven!

- ¡Hola! Encantado de conocerte.

- No quiero resultar borde, hijito, pero no me conoces. Soy muy grande, y estoy llena de secretos, de rincones, de historias...y sobre todo, llevas aquí 36 míseros años, mi niño.

-Bueno, lo de "encantado de conocerte" era una forma de hablar. No estaba afirmando que te conozca. Sé que estás llena, llenita, de misterios. Nunca me acuesto, de hecho, sin descubrir algo que no sabía al levantarme por la mañana sobre ti, sobre tus habitantes, sobre tu pasado...

-Sí, sé que eres curioso, lo admito. He seguido tus publicaciones en "MicroHistorias de Tenerife". No están mal. Pero te quedas muy en la superficie.

-¿A qué te refieres?

- A que te centras en los seres humanos, que llevan aquí nada de tiempo.

-Bueno, la isla está habitada ya al menos hace un par de milenios. Alguna huella hemos dejado.

-Mira, Aarón, tú llevas aquí 36 años. Yo no sé exactamente cuantos tengo, pero pongamos que son 12 milloncejos, uno arriba u abajo.

-Aja. ¿A dónde quieres llegar?

-A que la historia de ustedes aquí es insignificante. Te pondré un ejemplo. Mira, si metieras esos 12 millones de años en un calendario de 12 meses como el que tienes en tu pared, a cada mes le correspondería 1 millón de años.

-Sí. Y a cada día, 32.876 años.

- ¡Correcto! Y a cada hora, 1.369 años. ¡Te das cuenta de lo que significa eso? Si ustedes, los humanos, llevan en Tenerife, pongamos por caso, 2.000 años, o 2.500, que a mis ojos poca diferencia hace....

- Ya veo a donde quieres llegar.

-...si contamos el tiempo pasado desde la llegada de los guanches hasta ahora, en ese calendario, ustedes han estado sobre la isla la última...¿hora y media?... ¡del 31 de diciembre!. Del último día del año. Imagina que te despiertas el 31 de diciembre del 2021 a las 22:30 horas, a 90 minutos de las campanadas, tras haber estado dormido desde las campanadas del 2020. ¿Qué sabrías de todo lo sucedido en ese año perdido?

Bueno, supongo que lo que pudiese averiguar.

-Pero todo el tiempo transcurrido desde el 1 de enero, desde mi nacimiento, desde que emergí del fondo del mar, hasta el 31 de diciembre a las 22:30 de la noche, ustedes se lo han perdido. ¡Todo!!

-Ya, pero...

-¡Y en tu caso es aún peor! Solo has estado 36 años aquí. Como cada hora son 1.369 años, entonces cada minuto son 23 años. Llevas aquí MINUTO Y MEDIO. ¿Te das cuenta?

-Sí.

- ¿La conquista? ¿Nelson? ¿La fundación de la antigua ciudad de La Laguna? ¿Magallanes? ¿Humboldt? ¡TODO lo que cuentas en esta página ha pasado en apenas la última hora y media del 31 de diciembre. ¡No puedes contar mi historia! Y en realidad, ningún humano puede.

- Ya. Estamos de acuerdo, pero créeme: te asombraría lo que puede conseguir la mente humana con esfuerzo. ¿Sabes que hemos averiguad, incluso, que también tú eres una recién llegada?

- ¿Cómo te atreves??

- Mira: este planeta tiene 4.500 millones de años, más o menos. Haz la división en el calendario que usaste conmigo: cada mes son 375 millones de años. Cada día son más o menos 12,32 millones de años. Naciste en el 31 de diciembre del calendario de la Tierra, estimada.

- Reconozco que esta información me desconcierta. Y al mismo tiempo despierta mi curiosidad.

- ¡Lo imagino! Nadie es testigo de su propio nacimiento, ni de lo que sucedió antes. Pero todos queremos saber algo acerca de dónde venimos. Lo cierto es que la geología te puede hacer volar bastante la cabeza.

- ¡Ya veo! Mira, hacemos una cosa. Tú me cuentas cosas de la historia de la Tierra de esas que sabes tan fascinantes, y yo te cuento historias sobre mí.

-Bueno, yo sé más bien poco sobre la historia de este planeta. Pero me encanta aprender y supongo...

- Supones...

-..que puedo leer más libros de geología e irte contando cosas.
-¡Trato hecho! Yo te contaré cosas sobre mí, tu isla, que ni te imaginas...
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Texto: Aarón Rodríguez (MicroHistorias de Tenerife)
Fuente: mi imaginación.