Inversiones en el extranjero y arbitraje internacional

El miedo a perder una inversión en el extranjero es uno de los principales temores de los empresarios cuando deciden dar el salto al exterior. Desde una expropiación hasta la falta

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El miedo a perder una inversión en el extranjero es uno de los principales temores de los empresarios cuando deciden dar el salto al exterior. Desde una expropiación hasta la falta de seguridad jurídica en un conflicto con un socio local pueden terminar con los planes de expansión de una firma. 

En estos casos, una de las herramientas más importantes de que se dipone es acudir al arbitraje internacional, suele ser la mejor alternativa para pevenir, gestionar o solucionar cualquier controversia existente. También la introducción de una clausula arbitral ha de ser planificada, como veremos a continuación.

El primer error es pensar en el arbitraje cuando ya ha surgido el conflicto.

La previsión es clave. "Hay que planificar la inversión en un país, analizar que se dispone con respecto a las ofertas que se proponen, a los contratos que se concluyen". También hay que prever la cláusula arbitral que se incluirá: que se dispone con respecto a la misma.

1 Para aprovechar estas alianzas, entre estos países se puede trabajar a través de sociedades constituidas en estos países donde colaboramos.

2 El siguiente paso es elegir el lugar del arbitraje. Normalmente, unos están pensados para conflictos con gobiernos, mientras que otros están especializados en problemas con particulares (clientes) o con otras empresas. La importancia de la elección de la institución arbitral es clave, unas tienen más experiencia que otras, unas se han especializados en determinadas materias, otras tienen un prestigio merecedoras del mismo, se trata de supervisar el procedimiento, se trata de aportar una garantía de calidad.

3 El tercer escalón es elegir el árbitro. "los clientes suelen tener prisa por iniciar el proceso, lo que hace que no presten demasiada atención a este aspecto". Del árbitro depende, sobre todo, la agilidad del proceso, el conocimiento a fondo de la materia, es decisiva su especialidad, su discreción, su eficacia: por eso es importante hacer una selección del árbitro o árbitros idóneos en cada caso. Hay que entrevistar a los candidatos, comprobar que conocen el sector, qué idiomas hablan y, sobre todo, su disponibilidad para trabajar en el proceso. De otro lado, hay instituciones arbitrales que disponen de una “Comisión de Garantías” para identificar a los árbitros más idóneos o para resolver las recusaciones entre ellos.

4 El cuarto paso es no olvidarse del perito que estudiará las pruebas, hay que asegurarse de que se trata de alguien que conoce muy bien el sector, alguien especializado.

Finalmente, la sumisión arbitraje ha de ser exclusiva y excluyente y no concurrente o alternativa con otras jurisdicciones.