Las palabras me vacilan cuando estoy en la ciudad perdida.encontrando la melancolía como refugio para esta alma rendida...vacía... de prosa y lírica.
Y es que en pleno febrero, casi a las puertas de nuestras fiestas más importantes y más disfrutadas, muchos de nosotros prefieren escaparse por unos días a cualquier otro rincón del mundo donde la samba, el reggateon o los disfraces no inunden cada calle de nuestras preciosas ciudades.
Por eso hoy, te traigo este artículo sobre uno de los puentes más famosos del mundo, el Puente de Brooklyn en Nueva York.
Sobra decir que es una parada obligatoria si te encuentras en la metrópolis que nunca duerme, donde el sol calienta sus hierros y la luna adormece las luces que lo rodean.
Toma nota: el área del sur, donde se ubica el teatro St. Ann's Warehouse, es el núcleo del floreciente panorama artístico de la zona, en el otro extremo, el histórico Jane's Carousel, ofrece vistas pintorescas del horizonte de Manhattan.
¿Sabías qué?- Es una de las maravillas de la ingeniería del siglo XIX.
- Se inauguró en 1883 después de 14 años en construcción y un coste de 15 millones de dólares y así Manhattan y Brooklyn quedaron al fin conectados.
- El puente es sostenido por cuatro cables, cada uno mide 1090 m de largo y 40 cm de espesor, y está formado a su vez por otros 21 000 cables individuales.
- El primer puente colgante con cables de acero y, en el momento de su construcción, sus 486 metros de vano principal hicieron de él el puente colgante más largo del mundo.
- Al menos 20 personas murieron construyendo esta obra maestra arquitectónica.
Vistas desde dentro del puente | AIDA RIVERO
- Antes de llamarse Puente de Brooklyn, tuvo dos nombres antes:Puente de Nueva York y Brooklyn y, después, puente del East River, hasta que se le llamó oficialmente puente de Brooklyn en 1915.
- Alrededor de 100.000 vehículos pasan por su superficie junto a casi 4.100 peatones y 2.500 bicicletas diarias.
Otro de los puntos de mayor interés cercanos al puente de Brooklyn en la zona de Dumbo, un barrio perteneciente al distrito propio de Brooklyn. Sus calles adoquinadas y almacenes re-convertidos en espacios dedicados al arte, boutiques alternativas, restaurantes de lujos... lo han catapultado como una de las mejores zonas y más modernas de la urbe.
