La ‘operación’ Redondo

Luis Padilla nos habla del "oportunista" fichaje de Fernando Redondo por el CD Tenerife hace 28 años.

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Acabado el Mundial de Italia 90, algunos periodistas tinerfeños viajaron a Argentina para asistir al Mundobásket. O para conocer el país. O para ambas cosas. Entre ellos estaba Juan Galarza, profundo conocedor del fútbol argentino; y también se encontraba un 'enfermo' de tinerfeñismo, Juan Carlos González, 'Xuancar'. Allí, entre partido y partido o transmisión y transmisión, contactaron con Lalo Cejas, ex técnico de las categorías inferiores de Ferrocarril Oeste. Y supieron de la existencia de “un pibe que va para figura mundial, Fernando Carlos Redondo, el cinco de Argentinos Juniors”, que acababa de cumplir 21 años y era un perfecto desconocido en Europa porque no jugaba en ninguno de los grandes del país. Y que no había debutado con su selección, al preferir centrarse en sus estudios de Ciencias Económicas.

“Y que puede quedar libre”, sentenció Lalo. ¿La razón? Era uno de los cuatro jugadores –junto a Rudman, Ballarino y Villasenín– que estaba siendo retenido ilegalmente por su club, lo que originaría una huelga promovida por el del sindicato de futbolistas. Y es que Argentinos Juniors había cometido “un error infantil”. Tenía 20 días desde el último partido oficial del campeonato anterior –20 de mayo de 1990, ante Chaco For Ever– para remitir a Rudman y Redondo los telegramas de renovación de sus contratos y los había cursado el 25 de junio, con 16 días de retraso… y dos días después de que los futbolistas solicitaran su libertad de contratación. El caso llegó a los tribunales de Justicia y el sindicato de futbolistas paralizó la competición ante la pasividad de la AFA, la Asociación del Fútbol Argentino.

De hecho, hasta se pidió “la intervención del doctor Carlos Saúl Menem”, presidente de la República. Desde Argentina, Xuancar puso en antecedentes a Javier Pérez, presidente del Tenerife. Y el 15 de agosto de 1990, a las 18:53 horas, la AFA declaró la libertad de contratación de los cuatro jugadores rebeldes, a los que dio “un plazo de diez días” para incorporarse a otros clubes. Toda la prensa argentina daba por hecho el traspaso de Redondo a River Plate. En Europa pocos conocen la situación y, desde luego, el Tenerife no figura ni entre los candidatos. Además, no puede optar a su contratación al tener ocupadas sus tres plazas de extranjeros con Rommel Fernández, el recién fichado Marcel Sabou... y darse por hecho el fichaje del argentino Pedro Troglio, del Lazio, subcampeón mundial al que ha atado por dos temporadas a razón de 600.000 dólares por campaña.

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Redondo cuando jugaba con Argentinos Juniors.

Dos días más tarde explota la noticia y Pérez anuncia que “el jugador Fernando Redondo se ha comprometido con el Tenerife para las cuatro próximas temporadas”. Su cláusula de rescisión es de 1.500 millones de pesetas y el futbolista percibirá unos 600.000 dólares anuales, cantidad reservada para Troglio. El 21 de agosto, un casi impecable Redondo –traje azul, camisa blanca con finas rayas verticales, zapatos Sebago… y unos lamentables calcetines blancos– embarca en el vuelo de Iberia 982 con destino a Madrid. Juan Galarza compartirá vuelo y confidencias con el futbolista.