En el mes de marzo de 1953 cambió para siempre la historia del fútbol insular. Y en aquel tiempo había jugado el CD Tenerife su último partido oficial ante un equipo tinerfeño. Fue en el campo de La Manzanilla (La Laguna) y lo hizo contra la Unión Deportiva Tenerife en la cita que decidía el nombre del representante provincial en la eliminatoria de promoción de ascenso a Segunda División. Ganó (1-3) el Club Deportivo Tenerife, que luego superó al Orihuela en el playoff y se ganó el derecho a participar en las competiciones de carácter nacional.
Desde entonces había jugado en Primera División, Segunda División, Segunda División B y Tercera División. Pero nunca había compartido categoría con ningún otro equipo tinerfeño. Y desde ese lejano 1953 había sido el representativo insular y provincial. Y en la Copa del Rey tampoco se había medido a ningún equipo tinerfeño durante casi tres décadas... hasta que el 2 de septiembre de 1981 volvió a disputar un partido oficial frente a un conjunto local. Fue en el Heliodoro, ante la UD Realejos y en choque de ida de la primera eliminatoria de la Copa del Rey.
Los blanquiazules militaban en Segunda División B y estaban a punto de iniciar la peor temporada de su historia en las categorías nacionales. Mientras, el conjunto norteño se asentaba como una referencia en el grupo canario de Tercera División, donde acabaría el ejercicio en la tercera plaza. No obstante, esa noche el Tenerife fue superior. Tardó una hora en marcar y sus dos primeros tantos llegaron de penalti, pero al final se impuso por 3-1 y dejó encarrilada la eliminatoria. Un mes más tarde, en Los Príncipes, un Tenerife recibido con silbidos y abucheos resolvió el trámite con un nuevo triunfo (0-1), también gracias a un penalti.
En su vuelta al fútbol insular y “ante casi media entrada”, el Tenerife alineó ese miércoles a: Álvaro; Diego, Chelo (Joseíto, 68’), Juan Miguel, Manolo; Alberto, David, Lolín; Chalo, Juan y Ayala. Pese a su teórica superioridad, al Tenerife le costó imponer su juego. Y en la primera mitad se quedó en inferioridad tras la expulsión de Juan. El árbitro, el grancanario Jiménez Moreno, compensó tras el descanso al expulsar a Ito, delantero del Realejos. Y a los 63 minutos, por fin se abrió el marcador: se señaló como penalti una caída de Chalo y Lolín convirtió en el 1-0.
Poco después, Ayala, también de penalti, hizo el 2-0 tras derribo a Joseíto. Y a diez minutos del final, David Amaral, con un duro disparo, parecía cerrar la eliminatoria. Sin embargo, en el último minuto, Ananías le daba emoción al partido de vuelta y establecía el 3-1 final. Tras esta eliminatoria ante el Realejos, el Tenerife se ha medido en Copa del Rey con San Andrés y Güímar en dos ocasiones. Y contra Puerto Cruz, Icodense, Orotava, Laguna y Mensajero en una oportunidad. Y no siempre con resultados favorables. Eso sí, siempre en Copa del Rey... hasta que en el curso 12-13 compartió categoría con el Marino de Los Cristianos.
Sólo duraron juntos una temporada, pero, en ese tiempo, el Tenerife hasta dejó de ser el representativo insular.