Próximas elecciones: y si...

Como todos sabemos, la incapacidad de los principales líderes políticos para conformar un gobierno de coalición nos ha llevado a la convocatoria de unas nuevas elecciones.

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Como todos sabemos, la incapacidad de los principales líderes políticos para conformar un gobierno de coalición nos ha llevado a la convocatoria de unas nuevas elecciones legislativas para el próximo día 10 de noviembre que, contrariamente a lo que se dice, no son generales, sencillamente porque no afectan a la generalidad de las instituciones, sino exclusivamente al Congreso de los Diputados y al Senado.

A ver si se les mete en la cabeza a políticos y comunicadores que unas elecciones generales sólo se pueden llamar así cuando se van a renovar, en el mismo día, los ayuntamientos, los cabildos y diputaciones, los parlamentos autonómicos y las dos cámaras legislativas del Estado.

Escrito lo cual, que me parece conveniente aclararlo, ¿qué pasaría si en la inminente consulta se repitieran, con mínimas variaciones, los resultados de los comicios del pasado abril? ¿Y si nadie consigue una mayoría suficiente para gobernar? ¿Y si resulta que la irrupción de Íñigo Errejón en la política nacional divide más el voto de izquierdas y las tres fuerzas conservadoras no suman los diputados suficientes?

Otras incógnitas que se plantean: ¿Se podrá formar una gran coalición de Estado, como ocurre en Alemania desde hace quince años entre conservadores (CDU) y socialdemócratas?
¿Y si finalmente no hay acuerdo entre dos o más partidos, tendría Felipe VI que volver a convocar unas nuevas elecciones o podría proponer la Corona un candidato independiente de consenso?

Por todas estas interrogantes y por los perjuicios que una situación de interinidad puede causar al Estado y a los ciudadanos de este país, es absolutamente necesario que la participación popular sea masiva en esta nueva cita con las urnas, para evitar desagradables sorpresas, tanto a la derecha como a la izquierda del panorama actual (con la posible participación en un gobierno de opciones extremistas) nada deseables por la inmensa mayoría de la población.

Y si... Por eso tenemos el deber y la obligación de acudir a nuestro colegio electoral el 10-N. Es el acto más sagrado de una Democracia, y cuanto más participativa sea esa jornada, más fielmente se reflejará el resultado en las urnas. No tengan la menor duda y acudan a votar con responsabilidad ciudadana, porque aquí y ahora cuenta la opinión de todos. Y perdonen por el rollo que les he metido.

pacopego@hotmail.com