Uno de los aspectos que más influyen en el ámbito laboral es la inteligencia emocional. Una característica muy apreciada por los gestores de equipos y que facilita sobremanera un clima de trabajo satisfactorio y productivo. En los últimos años, se ha convertido en una de las cualidades más deseadas para el desarrollo personal y profesional.
En concreto, esta es la forma en que las personas con una inteligencia emocional influyen en su entorno laboral:
Comunicar
Las personas con una inteligencia emocional mayor muestran mayor facilidad para comunicarse con los miembros de su equipo.
Compartir
Quien tiene inteligencia emocional comparte ideas y está abierto a las propuestas de los demás. No intentan imponer su criterio, sin considerar lo que el resto del equipo puede aportar. Esta cualidad contribuye a crear confianza y a potenciar la cohesión grupal.
Cambio
Se ajustan fácilmente a situaciones cambiantes y desafiantes. Saben como manejar clientes o compañeros de trabajo descontentos.
Conflictos
Exhiben tranquilidad y orientación positiva durante las situaciones difíciles. Al mismo tiempo muestran firmeza y límites durante las mismas
Motivación
Las personas con una mayor inteligencia emocional tienen una mentalidad de crecimiento y están motivados por su impulso para mejorar y lograr, tomar la iniciativa o actuar en función de las oportunidades.
Tras señalar los beneficios de la inteligencia emocional, es posible que te preguntes si es algo que tienes o no.
Daniel Goleman, nos propone algunas preguntas que nos podemos hacer para averiguarlo:
¿Eres generalmente consciente de tus sentimientos y por qué te sientes así?
¿Eres consciente de tus limitaciones, así como de tus fortalezas personales?
¿Puedes manejar bien tus emociones angustiantes, por ejemplo, recuperarte rápidamente cuando te enfadas o te estresas?
¿Te adaptas sin problemas a las realidades cambiantes?
¿Mantienes tu enfoque en tus objetivos principales y conoce los pasos necesarios para llegar allí?
¿Puedes sentir los sentimientos de las personas con las que interactúas y entender su forma de ver las cosas?
¿Puedes guiar una negociación hacia un acuerdo satisfactorio y ayudar a resolver conflictos?
¿Tienes un don para la persuasión y el uso efectivo de tu influencia?
Si has contestado que si a la mayoría de ellas, puedes considerarte una persona con inteligencia emocional. Si no es así, estas preguntas pueden ser una magnífica guía para saber hacia donde debes caminar si quieres ser más inteligente ... emocional.