Una promoción sin sufrimiento

Luis Padilla nos recuerda este jueves la permanencia en Segunda División lograda por el CD Tenerife en la eliminatoria ante el Ensidesa.

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Luis Padilla nos recuerda, en el periódico digital Atlántico Hoy, la permanencia en Segunda División lograda por el CD Tenerife en la eliminatoria ante el Ensidesa.

El Tenerife 72-73 logró la permanencia en Segunda División tras disputar una eliminatoria de permanencia ante el Ensidesa, subcampeón del grupo I de Tercera División. Era un buen rival, que contaba en sus filas con el guardameta Antonio Gómez, que durante casi un lustro había sido el dueño de la portería del Heliodoro, amén de dos jóvenes promesas que con el tiempo harían carrera en el Sporting y la selección española: Cundi y Morán. Dicho así, el curso parece emparentado con la agonía, el sufrimiento, la angustia y hasta una catarata de decepciones... La realidad no es esa: el conjunto blanquiazul realizó un ejercicio aceptable, en el que se recuperó de un mal inicio y sólo un tropiezo inesperado en la última jornada le llevó a disputar una promoción que resolvió con solvencia en el choque de ida.

Sufrimiento no hubo, pero la campaña fue movida desde el inicio, incluyendo un relevo en la presidencia, donde Domingo Pisaca sustituyó a José González Carrillo. Además, Ignacio Eizaguirre fue nombrado entrenador en lugar de Héctor Núñez, para ser destituido tras la cuarta jornada, siendo sustituido por... Héctor Núñez. Para entonces, el Tenerife no había ganado un partido y no había marcado un gol y, aunque mejoró de la mano del técnico uruguayo, esa progresión se limitó al Heliodoro, donde sumó siete victorias y un empate tras el regreso de Núñez. Eso sí, como visitante fue incapaz de ganar un partido en todo el curso y eso le condenó a vivir en la zona media-baja de la tabla, con un once de gala compuesto por: Del Castillo; Lesmes, Molina, Pepito: Esteban, Cabrera; Medina, Bergara, Cantudo, Jorge y Felipe.

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Equipo que presentó el Tenerife en la victoria frente al Sevilla (2-0)

O lo que es lo mismo, diez canarios y un oriundo formaron la base de un equipo en el que también tuvieron protagonismo José Juan, Mauro y Roberto, otros tres canteranos. Y aunque acabaron el campeonato con apenas 36 goles en 38 jornadas y, ya se ha dicho, fueron incapaces de ganar como visitantes, llegaron a la última jornada en una posición idílica: un triunfo en el Heliodoro ante el colista Mestalla le podía dar al Tenerife la permanencia matemática. No pasó del empate (1-1) y eso le abocó a jugarse la vida ante el Ensidesa en una eliminatoria que Héctor Núñez quiso resolver en la ida, jugada en el Heliodoro, tras 'agitar' al equipo: dio la titularidad al portero Domingo y al lateral Lolo, inactivos durante cinco meses, amén de colocar en el 'once' a los veteranos José Juan y Mauro.

¿Resultado? El Tenerife hizo el mejor partido del curso, goleó 6-2 al Ensidesa y dejó resuelta una eliminatoria que selló en Asturias (0-0) con el cerrojazo de rigor. Y conservada la categoría, se preparó para otro verano movido... aunque no más que los anteriores. Así, en el estío de 1973 hubo relevo en el palco, donde Cristóbal González Cano sustituyó a Pisaca. Además, se produjo una apertura de fronteras que invitó a la entidad a mirar a Uruguay, su país de referencia. De ahí eran Héctor Núñez y los oriundos Bergara o Caamaño... y de allí vinieron tanto el nuevo entrenador, Dagoberto Moll, como los dos extranjeros que se permitían en la época: el interior Ángel Ferrerira y el ariete Pedro Kraus, reconvertido con el tiempo en lateral zurdo. Y con ellos, el Tenerife rozaría el ascenso a Primera División.Pero eso se contará en el siguiente capítulo.