Pese a no tener problemas a la hora de dar el pecho, acompañando a otra madre a un grupo de apoyo descubrió allí "ese calor que hemos perdido". Esta experiencia movió tanto en su interior que ahora ella misma transmite su respaldo a otras madres a la hora de amamantar a sus hijos una vez fuera del entorno hospitalario.
A la semana atiende a cerca de una veintena de madres en grupos a los que describe como "espacios seguros, de información actualizada, escucha activa y, sobre todo, donde no hay juicio". Los mismos son, además, gratuitos y abiertos, pues "los padres, abuelos, tías,... todos son bienvenidos". Asimismo, apoya a unas cinco madres más en consulta individual.
Esta experta es miembro de la Asociación Canaria Pro Lactancia Materna y tiene la maestría en Lactancia Materna por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Asimismo, forma parte del Comité Clínico de Lactancia Materna del Hospital Universitario de Canarias.
En esta entrevista a AtlánticoHoy Sofía Pagel analiza la importancia del acompañamiento en lactancia materna, los beneficios de una lactancia prolongada y los problemas a los que se enfrentan las madres que quieren amamantar a sus bebés hoy en día.
Sofía Pagel apoyando a una madre durante la lactancia | CEDIDA
- ¿Es tan importante que orienten a la madre en ese primer contacto?
Sí. Las dos primeras horas tras el nacimiento del bebé son fundamentales para la continuidad de la lactancia. Cómo haya sido el parto, el acompañamiento que tengas, la información que te den, etc. Todo eso es muy valioso.
Sí. Nuestros dos hospitales en Tenerife tienen la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia (IHAN). Es una certificación conocida internacionalmente y a la hora de obtenerla, son muy exigentes. Piden un porcentaje altísimo de profesionales que estén formados en lactancia y nuestros dos hospitales están luchando para conseguir esa certificación. Son cuatro pasos y vamos entre el segundo y el tercer paso, así que estamos en el camino.
A la incorporación de la madre al trabajo. Los problemas se pueden encontrar en los primeros meses, después ya va rodado, pero cuando las mamás empiezan a trabajar dar el pecho es incompatible y, al final, terminan dejándolo. También detectamos algo de mala información cuando dicen que los primeros seis meses son de lactancia materna exclusiva, pues a partir de ese momento se empieza a incorporar la comida, lo que no significa que haya que dejar la lactancia. ¿Qué sentido tienen que un bebé esté tomando leche, le des arroz, plátanos etcétera, y le cambies la leche materna a la de un animal cuando tiene la leche de su propia especie?
Al dolor, a la desinformación. La lactancia materna no debe doler, pero es algo que hemos desaprendido totalmente. Cuando a la mamá le duele tanto y no hay nadie que la ayude, lo deja porque el acceso a los biberones es muy fácil. ¿Al final, qué decides? Cuando duele, duele mucho. Luego, piensa que la madre viene de un parto que puede haber sido una cesárea, o un parto muy largo y doloroso, puntos…, entonces, es normal que las madres, al final, tiren la toalla. Por eso es tan importante la información, el apoyo que pueda encontrar una madre.
Eso es un mito, una leyenda urbana. El mayor problema por el que las madres dejan de dar de mamar suele ser un mito, como tener leche muy aguada, que no sacia, insuficiente o de poca calidad, pero nada de eso es real. ¿Por qué una madre puede dar de mamar a mellizos? Hay dos bebés que están estimulando. Si el estímulo no es correcto, si mi bebé ha estado ingresado o se lo llevaron unas horas, no hay estímulo. Por ahí van los tiros, es el estímulo y el agarre.
- ¿La Ley protege o respalda esta posibilidad de seguir amamantando? ¿Hay apoyo para las madres en este sentido?
Es totalmente insuficiente. A primera vista puede parecer que tenemos facilidades, pero la realidad es que hay mal ambiente en el trabajo. Hay que mirar también el lado del empresario. No todos pueden tener una hora menos a su empleada. El tiempo en que ella está de baja de maternidad te subvencionan, pero la lactancia no. Es algo que tiene que asumir el empresario. Para una empresa pequeña asumir un mes de vacaciones y 15 días lactancia es mucho. Luego depende del convenio. Algunos no permiten que juntes la lactancia. Aún así, el tiempo para la incorporación laboral es tan pronto que tu bebé todavía no come sólidos. Te dicen que pueden juntar tus vacaciones y tu lactancia, pero a lo mejor a la empresa no le conviene eso. Y aún así, si las juntaras, no llega a los seis meses.
- ¿Extraer la leche y guardarla puede servir de ayuda para no abandonar la lactancia materna?
Se puede hacer. Yo doy talleres de extracción y conservación de leche materna. Hay mamis que me lo ponen fácil porque solo trabajan cuatro o seis horas, cerca de casa o con turnos partidos, pero hay enfermeras que trabajan doce horas, turnos de 24, comerciales o maestras que trabajan en el sur, por poner un ejemplo. ¿Cómo te extraes la leche y la transportas sin que haya problemas con sus condiciones? A veces no es tan fácil. La lactancia materna no se corta tan rápido. Si empiezo a amamantar a mi bebé hasta los cinco o seis meses y luego me tengo que incorporar al trabajo, si llego sobre la tarde/noche no se me va a cortar la leche. Pero si me tengo que reincorporar muy pronto es un trastorno.
Sofía Pagel analiza las ventajas que puede tener sobre el bebé prolongar la lactancia materna más allá de los seis meses de vida
-Socialmente parece estar mal considerado amamantar en público. Asimismo, en las redes sociales denuncian las imágenes en las que se ven pechos ¿Las madres han percibido esta tendencia?
En las redes sociales sí. Tengo madres a las que les han bloqueado su perfil unas semanas, sobre todo por mostrar un pezón. En la Semana Europea de la Lactancia Materna vino una televisión a cubrir la noticia. Nos pidieron grabar a una madre amamantando. Les busqué a una mamá con un niño de dos años y le pidieron que se cubriera un poco más el pecho para las imágenes. Si quieres grabar a un bebé amamantando, el pecho se le va a ver, no el pezón, que está en la boca. Tenemos ese tabú tan absurdo por el que yo puedo hacer topless en la playa pero en un restaurante, piscina pública o terraza, no. Es el alimento de mi bebé. En el campo vemos un becerro mamar de su madre y no nos escandalizamos. Hay leyes que nos protegen. Por encima de todo, está la Ley del Menor, que siempre defenderá al bebé, que necesita ser alimentado en todo momento. Nadie nos puede prohibir amamantar al bebé. Si es un lugar público tenemos las de ganar. Si es un lugar privado, ahí es más difícil.