El relato de dos canarios en Estocolmo

Dos testimonios para AtlánticoHoy comparten cómo vivieron el atentado

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Dos canarios en Estocolmo en exclusiva para AtlánticoHoy

Pilar Ravina Cortés y Antonio Ravina Da Silva son dos canarios afincados en Estocolmo desde hace muchos años y son madre e hijo. A ambos el atentado perpetrado les cogió en puntos diferentes; a Pilar comiendo fuera de la ciudad y a Antonio, casado y con dos hijos, el caos le llegó cuando estaba en el metro y le impidió llegar a casa hasta entrada la noche.

El acto terrorista era zona habitual de compras, tanto para Pilar, ex profesora de español y ya jubilada, como para la familia de Antonio, que habitualmente esperaban al viernes para salir por la zona del atentado. Por el destino, hoy nadie lo hizo.


Audio de Pilar

Audio de Antonio




Estocolmo quedó hoy en un estado de "caos desacostumbrado", según testigos como Edison Lucas Gutiérrez, un abuelo uruguayo que iba a buscar a su nieto a la ciudad cuando vivió el impacto de un atentado que parece una réplica de otros ataques similares sufridos en Europa en los últimos meses. 

"Sentí unos ruidos difíciles de identificar, como de objetos pesados que caían, mucha gente que se para y un camión, mitad en la acera, mitad en la calle", explicó a Efe en conversación telefónica Gutiérrez, de 64 años y con cerca de dos décadas viviendo en Suecia.

Al menos dos personas murieron hoy y varias resultaron heridas como consecuencia de un atentado terrorista perpetrado por el conductor de un camión robado, que con el vehículo se empotró contra unos grandes almacenes de la capital sueca y arrolló a los viandantes. 

"Lo que alcancé a ver desde la esquina fueron dos cuerpos sobre la calle", relataba el uruguayo tratando de reconstruir la escena captada por sus ojos, en la que domina la imagen de "ese camión y esos gritos".

Casi de inmediato lo relacionó con lo que "ya ha pasado en otros lugares", en referencia al atentado de Niza (Francia) el pasado julio, donde murieron 84 personas al invadir un camión de alto tonelaje el paseo principal de esa ciudad, al de diciembre en Berlín, con 12 víctimas, o al de Londres, hace unas semanas, con otros seis muertos.

El "arma": un vehículo
En todos ellos el "arma" elegida para cometer el ataque fue un vehículo que un terrorista lanzó contra la multitud y hoy el escenario fue una zona peatonal de la capital sueca, donde se encuentra el centro comercial Ahlens, el principal de Estocolmo. 

Las autoridades suecas acordonaron casi de inmediato el lugar y difundieron mensajes llamando a la población a quedarse en casa y evitar el centro de la capital, mientras se interrumpía el transporte pública, metros y trenes de cercanías.

"Estamos buscando un lugar donde quedarnos a pasar la noche", explicó este abuelo uruguayo, que vive en una población al sur de Estocolmo y que, tras recoger a su nieto, se encontró con una situación de "caos desacostumbrado" para la capital escandinava.

El atentado terrorista se produjo en una zona comercial que la española Irene Domínguez describió en declaraciones a Efe "como la Gran Vía" de Madrid, que de pronto quedó inmerso en una situación de miedo colectivo.

"Esa calle es como la Gran Vía de Madrid, normalmente. Ahora no hay nadie. Nadie es nadie", describía Domínguez, nacida en 1993, periodista de formación, aunque actualmente no ejerce, y residente en la capital sueca.

En la zona peatonal donde un camión robado se lanzó sobre la multitud se concentran "las tiendas más importantes", que de pronto quedaron cerradas y acordonadas.  No hay aún un balance de víctimas preciso y en medios suecos de habla de hasta cinco, aunque las autoridades solo confirmaron dos. 

Más relatos
Dos amigas de esta residente española, una estadounidense y una suiza, se encontraban justamente en Ahlens, el centro comercial en el que se empotró el camión, pero habían salido de allí apenas diez minutos del atentado, relató Domínguez.

"Justo se habían subido al metro y ahí se enteraron de la noticia", explica esta española, para quien los suecos "no están tan sumamente preparados como España" para ataques terroristas.

"Aquí no es tan común y todo resulta muy chocante", opina Domínguez, quien describe Suecia como un país "muy tranquilo"