Pautas clave para hacer ejercicio en verano: hidratación y aclimatación

A la hora de realizar ejercicio físico en verano es conveniente no perder de vista que nos encontramos en la estación del año en la que se alcanzan las temperaturas más elevadas.

AtlanticoHoy / EFE

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El verano es una estación que se presta para la realización de ejercicio físico, al estar de vacaciones o al disfrutar de jornadas de trabajo más reducidas. Sin embargo, no debemos perder de vista que nos encontramos en la estación del año en la que se alcanzan las temperaturas más elevadas. 

En este sentido, es conveniente tener en cuenta que la práctica de ejercicio físico proporciona numerosas ventajas para la salud, sin embargo, esta práctica en ambientes excesivamente calurosos "puede poner en riesgo la salud de deportistas, tanto profesionales como aficionados". 

Los expertos señalan que, en condiciones de calor, la sudoración se convierte en el principal mecanismo termorregulador, produciéndose un mayor riesgo de deshidratación y de enfermedades relacionadas con el calor. 

Por consiguiente, a la hora de realizar ejercicio físico en verano, es necesario tener en cuenta los consejos que se exponen a continuación.

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Agua | PIXABAY


Aclimatación e hidratación 

Por ello, destacan que los deportistas deben tener en cuenta, tanto la aclimatación como la hidratación para evitar problemas. Así se recomienda la exposición progresiva a la duración e intensidad del ejercicio en un ambiente caluroso y húmedo utilizando la ropa y el equipamiento adecuado. 

De esta forma, se aumenta el confort térmico y mejora el rendimiento aumentando la cantidad de sudor y el flujo sanguíneo de la piel y mejorando el balance hidro-electrolítico. Esta adaptación se empiezan a conseguir alrededor de la primera semana, pero el periodo de aclimatación completo tiene una duración de dos semanas para maximizar los beneficios. 

En cuanto a la hidratación, se recomienda la ingesta de unosseis mililitros por kilogramo de peso cada 2 o 3 horas antes de un entrenamiento o competición en un ambiente caluroso y entre 100 y 250 ml cada 20-30 minutos durante el ejercicio. 

La hidratación comienza en nuestro interior

En verano, principalmente, es esencial tener en cuenta que la hidratación de nuestro organismo comienza en nuestro interior. Un organismo hidratado es clave a la hora de hacer frente a las altas temperaturas, así como a la hora de afrontar correctamente la realización de actividad física en entornos con temperaturas más elevadas de lo habitual.

El beber una cantidad de agua adecuada no es la única clave de una correcta hidratación, pues un gran porcentaje de nuestra hidratación, se obtiene a través de la alimentación.

En verano, por consiguiente, es esencial consumir una gran cantidad y variedad de frutas y verduras, dándole prioridad a aquellas frutas y verduras de temporada, que se caracterizan por su alto contenido en agua, tales como la sandía, el melón, las cerezas, las ciruelas, el melocotón, el tomate, la lechuga y el calabacín, entre muchas otras.