El primer temblor registrado a las 16:47 hora local (20:47 GMT), fue localizado a 20 kilómetros al sur-suroeste de la localidad de Chivirico, municipio de Guamá, en la provincia oriental de Santiago, y apenas dos horas después se registró una réplica de 4,2 grados de magnitud.
Ambos movimientos de tierra, el séptimo y octavo en lo que va de este año, fueron percibidos por los habitantes de los municipios Guamá, Tercer Frente y Santiago de Cuba -cabecera de la provincia del mismo nombre-, así como en los de Bayamo y Bartolomé Masó, de Granma.
Los especialistas del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas, consideraron el octavo movimiento telúrico como una réplica del anterior, pero aclararon que el registro se amplió a las localidades santiagueras de Palma Soriano y Contramaestre, y a la provincia de Guantánamo.
Por su parte, la zona oriental de Cuba concentra con mayor frecuencia estos eventos, aunque los sismólogos locales han advertido de que pueden ocurrir en cualquier zona del país.
Alrededor del 70% de los seísmos se reportan en la falla Oriente, ubicada a lo largo de la costa sureste de la isla, donde en 2018 se registraron 15 movimientos perceptibles.
La primera sacudida por un temblor de este año ocurrió el 23 de enero en la localidad de Caimanera, en Guantánamo, con una magnitud 4,2 en la escala abierta de Richter, y cinco días después el fuerte terremoto de magnitud 7,7 con epicentro en el Mar Caribe estremeció varias zonas de la isla de oriente a occidente.
Cuba está situada en un punto geográfico en el que confluyen diferentes sistemas de fallas tectónicas con una importante actividad sísmica.