El TS condena a 4 años de prisión al patrón de un cayuco que llegó a Tenerife en 2020

Cada uno de los pasajeros pagó 400 euros por trasladarse en una embarcación que es calificada de “absolutamente inadecuada” por sus pequeñas dimensiones

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Imagen de un cayuco llegando a Canarias. / Salvamento Marítimo
Imagen de un cayuco llegando a Canarias. / Salvamento Marítimo

El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado una condena de cuatro años y medio por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros al acusado de haber actuado como patrón de un cayuco con migrantes que fue localizado a las seis de la mañana del 31 de octubre de 2020 frente a El Médano, en Tenerife.

En la embarcación, que había partido desde El Senegal, iban 81 personas de las que una falleció, 16 eran menores y tres mujeres. La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife y la Sala de lo Penal el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) sostenían que el acusado actuó como patrón del cayuco, era uno de los encargados de manejarlo y de otras tareas menores como distribuir agua y comida.

Manejo de la embarcación

El acusado denunció ante el TS que había sido condenado basándose únicamente en las palabras de los policías y de algunos de los que viajaban en la embarcación. Pero también alegó que estas declaraciones fueron contradictorias, que no se contó con la versión de uno de los agentes que estaba de baja y que en reiteradas ocasiones se ha concluido que llevar un timón no significa que se esté a cargo del barco.

Lo fallos apuntaban que el acusado y otra persona, también condenada, aceptaron en connivencia con los organizadores del viaje hacerse cargo del manejo y control de la embarcación, cuyo destino era Tenerife. Han sido considerados culpables de favorecer la inmigración clandestina al no contar con las autorizaciones administrativas de entrada y permanencia en España.

Pagaron 400 euros para trasladarse

Cada uno de los pasajeros pagó 400 euros por trasladarse en una embarcación que es calificada de “absolutamente inadecuada” por sus pequeñas dimensiones de apenas 18 metros de largo y 3 de ancho propulsada por dos motores y que carecía de las medidas seguridad necesarias, como chalecos salvavidas para todos, herramientas para reparar las averías, luces de posicionamiento e instrumentos de comunicación.

La Audiencia Provincial, el TSJC y ahora en TS dan por válidas las declaraciones de algunos de los pasajeros que identificaron a los condenados a través de fotografías y así lo declararon durante el juicio. Pese a reticencias de los testigos y de que éstos pudieron ser presionados, incurrieron en contradicciones o se refirieron al condenado con otro nombre, se concluyó con que había pruebas de sobra para condenarlo. Por ejemplo, basándose en el testimonio de dos inmigrantes que lo identificaron con plena seguridad

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