El patrimonio cultural de Canarias se ha caracterizado siempre por su riqueza y diversidad, sobre todo su arquitectura y paisaje. Desde edificios que se sumergen en una mezcla entre el estilo local y colonial, hasta paisajes que van desde los más típicos hasta los más específicos, como los que componen las cuevas o los restos arqueológicos. Parte de este patrimonio está en riesgo de desaparición.
El Archipiélago despide el año 2024 con más de 20 lugares históricos en riesgo de desaparición según la asociación de utilidad pública Hispania Nostra. Entre ellas se incluyen elementos de interés medioambiental, casonas, haciendas, castilletes, molinos u otras edificaciones históricas, algunas de ellas calificadas como Bien de Interés Cultural (BIC).
En 2007, Hispania Nostra pone en marcha la llamada Lista Roja. En ella se recogen aquellos elementos del patrimonio cultural español que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores con el objetivo de darlos a conocer y lograr su consolidación o restauración. La única noticia positiva es que el 25 de junio la parcela sureste de la Casa Fuerte de Adeje pasó a la lista verde donde se incluyen los bienes que ya no tienen riesgo de desaparecer.
La mayoría en Tenerife
La mayor parte de los elementos del patrimonio cultural que podrían dejar de existir en su totalidad son edificaciones. Tenerife es la isla que tiene más inmuebles en peligro, con 19 en total. Entre ellas está la Hacienda de los Brieres en Garachico; el Castillete de Guayonje en Tacoronte; la Hacienda de Las Palmas de Anaga, el Semáforo de Igueste de San Andrés y la Torre defensiva en Santa Cruz de Tenerife; la Hacienda de San Clemente en Santa Úrsula; la Casa Amarilla en el Puerto de la Cruz; el Molino de Agua de la Plaza de Las Angustias de Icod de Los Vinos; la Casa Fuerte de Adeje y el Palacio de Nava de La Laguna.
Solo el municipio de Los Realejos alberga siete de ellos: el Teatro-Cine Viera y Clavijo, la Hacienda de los Jardines de Castro, el Elevador de Aguas de Gordejuela, los Molinos de la Hacienda de Los Príncipes, Hacienda La Gorvorana, la casa familiar de Agustín Espinosa García y el Molino de La Piñera. En el resto de la isla hay más bienes afectados, como el Puertito de Adeje en el plano medioambiental.
¿Cuál es el destino de cada uno? Hay algunos proyectos anunciados para potenciar el rescate. Por ejemplo, en septiembre de este año el Ayuntamiento de La Laguna y el Gobierno de Canarias acordaron darle al Palacio de Nava un uso cultural y administrativo. Según pudo saber Atlántico Hoy, el Ayuntamiento de Tacoronte se mantiene en contacto con los dueños del Castillete de Guayonje y hay intención de recuperar el lugar para su actividad cultural. Ahora toca esperar a que se materialicen.
El caso del resto de Islas
Aunque en menor medida, en otras islas de Canarias hay elementos del patrimonio que también están en riesgo. En La Palma está la Casona Fierro-Torres y Santa Cruz, en el municipio de Breña Baja. Data del siglo XVIII y entró en la lista el pasado 27 de marzo.
En la isla de Gran Canaria hay dos y a muy pocos metros de distancia. En la Vega de San Mateo, el Molino de Los Barber --patrimonio industrial del siglo XIX-- y el Museo Cho Zacarías --un conjunto histórico del siglo XIX y de titularidad pública-- forman parte de la Lista Roja.
Desde mayo de 2023 se unió el Pailebote Nostramo o Conquistador Pirata de Tuineje, en la isla de Fuerteventura. Está embargado por Puertos Canarios. También en la isla, en Betancuria, la Casita del Huerto de la Higuera, en la lista desde noviembre de 2022. Por último, en Lanzarote, el antiguo Hospital o Casa Cabrerón de Arrecife que data del siglo XIX, y el Conjunto Arqueológico de Zonzamas, uno de los yacimientos de arqueología indígena más relevantes del archipiélago.