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El Castillo de La Luz acoge ‘Sombra Blanca’, un ritual artístico entre la vida y la muerte. AH

El Castillo de La Luz acoge ‘Sombra Blanca’, un ritual artístico entre la vida y la muerte

La coreógrafa surcoreana Park Yeon Jung presenta una performance en la Fundación Martín Chirino basada en los cinco colores cardinales de la cosmovisión coreana

La Fundación de Arte y Pensamiento Martín Chirino acogerá este miércoles 29 de octubre el taller y la performance ‘Sombra Blanca’, de la artista surcoreana Park Yeon Jung, en colaboración con IPOP Dance Company y el Korea–Spain International Arts Exchange Project. La propuesta combina danza, arte ritual y reflexión sobre la vida y la muerte, inspirada en los cinco colores cardinales coreanos, símbolo del equilibrio entre los elementos naturales.

El evento se celebra en el Castillo de La Luz, coincidiendo con el 75º aniversario de las relaciones diplomáticas entre Corea del Sur y España y el 60º aniversario del asentamiento de la comunidad coreana en Canarias. La jornada incluirá un taller participativo a partir de las 18:00 horas, donde el público creará objetos simbólicos que luego formarán parte del espectáculo.

Durante la sesión, los asistentes conocerán el mito coreano Yeongdo Halmi, los rituales tradicionales Gut y el significado de los colores Obangsaek, asociados a la muerte y el renacimiento: azul (madera), rojo (fuego), amarillo (tierra), blanco (metal) y negro (agua).

Ritual de danza

A partir de las 19:30 horas, Park Yeon Jung presentará la performance ‘Sombra Blanca’, utilizando los objetos elaborados en el taller como parte del escenario. La pieza propone “un viaje que florece de nuevo”, en el que la muerte se transforma en puerta hacia otro ciclo vital a través de la danza, la luz y el sonido.

“Sombra Blanca es mucho más que una performance: es una experiencia donde público y artista respiran juntos”, destacan desde la Fundación Martín Chirino.

La obra invita a reflexionar sobre qué dejamos ir y qué conservamos al despedirnos, integrando arte, ritual y memoria personal. La Fundación Martín Chirino, fiel a su lema “De Canarias al mundo”, reafirma así su vocación de espacio vivo para el diálogo artístico y cultural.