La imagen pública de César Martín está asociada a Socos Dúo, una magnífica propuesta musical en la que hace pareja con Ciro Hernández. Pero hay más, su día a día habla también de un empresario y agitador cultural con numerosos proyectos en marcha principalmente a través de su marca Vector de Ideas. Sobre el funcionamiento del entramado cultural canario habla con las ideas claras.

- ¿Hablando de cultura en Canarias, ¿Cree usted que cualquier tiempo pasado fue mejor?

- Valorar el presente comparándolo constantemente con el pasado creo que es un error. La manera en cómo organizamos los recuerdos es sesgada, no atendemos a todos los criterios. Cada tiempo respondió a lo que acontecía en su contexto, con sus dificultades y oportunidades. El ejercicio de mirar atrás debe solo servirnos para aprender de la experiencia de otros, seguir escuchando a nuestros predecesores y construir nuevas ideas. Toca el reto de enfrentarnos al presente que tenemos entre las manos. Vivimos una época apasionante y todo lo que acontece debe servirnos para ver oportunidades. La mejora en las comunicaciones y tecnología debe ayudarnos a ver las cosas de otra manera. En mi opinión el futuro pasa por la internacionalización, donde las propuestas que aquí se generan no acaben en nuestras fronteras y vayan más allá. Ya hay ejemplos de muchos artistas que trabajando desde las islas ven en los mercados internacionales el refuerzo a su trabajo y una manera de hacerlos sostenibles.
- ¿En algún momento ha sentido que esto de los conciertos y obras de teatro, de la promoción cultural, funcionaba como debía en las Islas?

- La cultura siempre busca su camino, no importa en la sociedad que viva, ni las condiciones que se den, es inherente al ser humano. Si atendemos a eso podemos decir que siempre ha funcionado y funcionará, no le quepa duda. El problema está en el cómo. Ahí la cuestión es de mayor envergadura. En mi opinión no ha existido un desarrollo industrial del sector, muy fragmentado y débil, y eso lo hemos ido pagando en los últimos cuarenta años. Y luego la educación, la pedagogía, no solo en las escuelas, sino entre los ciudadanos; hemos desdibujado nuestra identidad, no hemos sabido beber de nuestra historia, de lo que hemos sido… Claro que en la escuela estudiábamos los ríos de España pero no teníamos ni idea de cómo se llamaba el barranco que teníamos al lado.  

- ¿Qué se le debe pedir a las instituciones, además de apoyo económico, para un correcto funcionamiento del sector cultural?

- Lo principal es la escucha, la comunicación con el sector y entre la propia administración. No se entiende, por ejemplo, que muchas veces la política de los cabildos vaya en una línea y del Gobierno en otra, cada isla tiene su particularidad, cierto, pero se debe llegar a puntos en común. Luego deben sentarse con el sector y generar apoyos, y que artistas y gestores a su vez, entendamos que es fundamental establecer bases para profesionalizarnos, generar industria y procurar una economía que permita hacer los proyectos viables y duraderos. Esto es vital para no caer en los errores del pasado. En Tenerife hay un avance estupendo con las asociaciones Réplica o Pie de Base, que hacen una labor de sector muy buena. En la música vamos avanzando y hemos creado recientemente la asociación EMUSCAN (Asociación de Empresas de la Música en Canarias), la cual presido, que aglutina a las empresas que nos dedicamos a esta parte y que a su vez forma parte de CEOE. Y con todo ponernos a trabajar, admitiendo que la responsabilidad no está solo en lo público, sino que a la parte privada también nos toca asumir nuestra parte y empujar.

- Hay un comentario generalizado entre productores y gestores culturales que los espectáculos que requieren de compra de entradas no están llenando -salvo contadas excepciones-, que existe un descenso notable en la venta de entradas... ¿tiene usted esa sensación?

- Para poder hablar de este tema habría que analizar los datos y ver en profundidad qué es lo que ocurre, por qué unos espectáculos llenan y otros no, seguramente nos ayudaría a entender cómo funciona el comportamiento de espectador. Yo pienso que seguimos hablando de público como una masa compacta, que obedece a un comportamiento colectivo homogéneo. Esto ya no es así, y si continuamos pensando en la audiencia en estos términos, andaremos un poco perdidos. Las propias tendencias del consumo son cada vez más heterogéneas, solo hay que ver que las campañas publicitarias son cada vez más en busca del individuo que de la masa, personalizando cada impacto, y en la cultura no va a ser distinto. Toca por ello adaptarnos a los nuevos tiempos, descubrir nuestra propuesta de valor, buscar equilibrios entre la demanda del público y la oferta de nuevas tendencias, aprender más marketing...

- ¿Es usted de los que piensa que la gratuidad de los conciertos y los grupos de versiones son un poco pan para hoy...

- Creo que habría que distinguir un concepto aquí. La entrada a un concierto no es gratis, ojo, no se confunda, es de libre acceso, que es distinto. Si un ayuntamiento o un cabildo, por ejemplo, organiza o patrocina un evento, puede dar libre acceso, y no está mal que lo haga, pero no es gratis, lo hemos pagado entre todos. Y es fundamental que la población sepa que es así, que el coste ya lo hemos asumido previamente, no perdamos la perspectiva. Por lo tanto queda más pedagogía en este sentido, en que los ciudadanos vean donde se invierte su dinero en cultura y hagan uso de ella.


- A usted, particularmente, ¿hay algún grupo  o compañía de teatro que le haga salir de casa y pagar una entrada?

- ¡Por supuesto! La lista sería muy larga... Como le decía, el talento que hay en nuestra tierra es incuestionable. Y no es ser chovinista, es una cuestión que he ido contrastando donde quiera que voy. Estos últimos años, con el programa de internacionalización de Gobierno de Canarias, he tenido la oportunidad de acudir a ferias y mercados donde se quedan maravillados con el diverso y enorme talento de las propuestas que surgen de nuestras islas. Queda ponerlo nosotros en valor, y ver cómo entre lo público y lo privado podemos hacer que nuestros creadores lleven sus propuestas por el mundo. El beneficio es incalculable, no solo porque los artistas canarios generen negocio fuera, sino por el conocimiento que se importa o la promoción que se hace del territorio. Cada vez se habla más de Canarias en el mundo cultural, estamos de moda.

- ¿En qué proyecto anda metido César Martín?

- Ando metido en varias líneas de trabajo con las que estoy muy contento. Sigo avanzando con mi productora, Vector de Ideas, con las que seguimos desarrollando proyectos. Ahora estamos produciendo una ópera, una pequeña, de bolsillo que le dicen. Será “La Voz Humana” de Poulenc y que maravillosamente va a interpretar la soprano Carmen Acosta con el maestro Juan Francisco Parra al piano. Además estoy contando para esto con un equipo de lujo con Yaiza Pinillos haciendo el vestuario y la escenografía, Aarón S. Ramos como iluminador y Víctor Dogar en la dirección de escena. Está siendo una aventura maravillosa. Y luego sigo con más cosas, con mi proyecto musical Socos Dúo hemos estado recientemente en Colombia y volveremos en noviembre para Circulart, donde presentaremos el nuevo trabajo que pronto publicaremos. También he abierto una línea de colaboración con la Universidad de Los Andes en Bogotá y en los próximos meses anunciaremos un programa que permitirá llevar talento canario al otro lado del Atlántico. Aparte estos meses son especialmente intensos para mi, pues continuamos acudiendo a ferias de música para promocionar en el exterior los grupos que llevamos (Mar’a, David Minguillón, Fimucité, MoBBAA, GoBack…) y toca ahora acudir a citas importantes: FiraB, Womex, BIME, Circulart, Monkey Week… Como ve, no me aburro…