Octubre avanza y Las Palmas de Gran Canaria sigue sin saber si volverá a sonar el WOMAD. Tradicionalmente, el festival llenaba de vida el parque de Santa Catalina a mediados de noviembre, pero este año vuelve a reinar el silencio. Ni el Ayuntamiento capitalino ni la organización del evento han emitido comunicación alguna y, a solo cinco semanas de las fechas habituales, la edición de 2025 parece cada vez más improbable.
El año pasado, la cancelación del festival ya encendió las alarmas. La falta de entendimiento entre el consistorio y la productora llevó a que la ciudad se quedara sin una de sus citas culturales más emblemáticas. Desde entonces, se habló de “reformular el modelo” y de un posible regreso en 2025, pero las palabras se quedaron en promesas.
Una historia con peso
El WOMAD no es un festival cualquiera. Desde su llegada a Gran Canaria en los años noventa, se convirtió en símbolo de diversidad cultural y encuentro entre artistas de todo el mundo. Sus conciertos gratuitos, talleres y gastronomía multicultural transformaron durante décadas a Santa Catalina en un mosaico de sonidos y colores que atraía a miles de personas cada año.
La edición de 2023 fue la última en celebrarse. En 2024, el Ayuntamiento y la organización no lograron cerrar un acuerdo. El propio Chris Smith, director internacional del WOMAD, llegó a declarar en mayo de 2025 que el festival estaba “perdido para siempre” en la isla por la falta de comunicación institucional. Su homólogo en España, Chema Fernández, lamentó entonces que “todas las propuestas se quedaran sin respuesta” por parte del consistorio.
Culpa compartida
Por su parte, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha defendido en distintas ocasiones que el evento “no se canceló, sino que está en revisión”, y que el objetivo era “buscar un nuevo formato más sostenible”. Sin embargo, no se han producido avances públicos en esa dirección.
El área de Cultura atraviesa un periodo de transición tras la dimisión del concejal Adrián Santana, lo que ha ralentizado algunos proyectos. En paralelo, tanto el Cabildo de Gran Canaria como el Gobierno de Canarias han expresado en el pasado su disposición a colaborar en la recuperación del festival, siempre que el Ayuntamiento asuma el liderazgo.
Mutismo total
A diferencia de años anteriores, no se ha publicado cartel, convocatoria ni programación provisional. Tampoco hay señales de producción en el parque de Santa Catalina, lo que refuerza la idea de que el festival no tendrá lugar en 2025. “Estamos en octubre y nadie sabe nada. Si hubiera algo previsto, ya estaríamos trabajando en la logística”, explica un técnico vinculado a la organización en anteriores ediciones.
El mutismo es total. Ni desde el Ayuntamiento ni desde WOMAD España se ha respondido a las solicitudes de información de este medio. En redes sociales, antiguos asistentes y colectivos culturales locales expresan su frustración ante la falta de transparencia.
Un vacío cultural
El impacto del WOMAD iba mucho más allá de la música. Durante más de dos décadas, el festival fue una marca de identidad cultural para la ciudad, un evento que dinamizaba el turismo y daba protagonismo a artistas locales. Su desaparición deja un hueco difícil de llenar en el calendario cultural de otoño.
Para muchos, el caso del WOMAD refleja la fragilidad de la política cultural en Canarias, donde los cambios de gobierno o de gestión suelen traducirse en la pérdida de proyectos consolidados. “Si algo ha demostrado esta situación es que los festivales no pueden depender de decisiones políticas de corto plazo”, apunta un promotor cultural consultado.
Por ahora, el WOMAD permanece en silencio. Ninguna nota oficial, ningún anuncio, ningún avance. Solo el eco de lo que fue uno de los mayores festivales gratuitos del archipiélago. A medida que se acerca noviembre, la incógnita se convierte en certeza: el WOMAD, tal y como lo conocimos, parece haber desaparecido.
