- A estas alturas, ¿cómo se definiría el propio Sito Morales?
- Musicalmente… alguien que lleva años creando canciones populares… dentro del pop, rock, o la etiqueta que consideren oportuna. Pero canciones populares al fin y al cabo, letra y música y poco más, que no es poco ni más.
- ¿Y cómo presentaría usted mismo su último trabajo, 'Ojalá Mondo'?
- Un producto simple y franco, sin excesos ni pretensiones más allá de compartir unos sentimientos. Respecto a sonido y producción es un “detalle” con aquel pibe de finales de los 80 que iba de bar en bar cantando sus propias canciones. Se lo merece.
- Es la maqueta por la que hubiera perdido un dedo en aquellos años, grabarla así, de este modo y con tantos amigos profesionales e irrepetibles.
- ¿Qué rumbo cogerá ahora el disco? ¿Tiene fecha ya para las presentaciones?
- Trabajamos en ello, hay locales, ideas, y eso… digamos que estoy buscando novia, cosa que a mi edad….
- Su anterior trabajo discográfico fue en el 2013, ¿cuándo o por qué siente uno que ha llegado el momento de volver a grabar?
- Depende… si eres un profesional con un contrato discográfico, pues hay unos plazos que cumplir, plazos por otro lado razonables para un creador. Los independientes, como es mi caso, creo que surge cuando te lo pide el cuerpo, cuando estás satisfecho con un repertorio que te gustaría plasmar.
- ¿Cómo es el proceso de composición de sus canciones?
No hay espacio ni papel para explicar semejante empresa, pero digamos que surge de una chispa creativa, a la que le sigue semanas y semanas de reflexión, para luego, con el instrumento ya en la mano, intentar darle forma. Puede convertirse en una jodida locura.
- Háblenos un poco de su compañero, Álvaro Jiménez...
- Es “mi primera espada”, le gusta tomarme el pelo con esa frase, son más de diez años. No podría existir este disco sin él, ni podría subir a un escenario sin verlo a mi izquierda.
- Siempre es buen momento para arruinar tu existencia con cualquier disciplina artística… danza, interpretación, diseño, editor… ¿Músico? Bueno… salta y rómpete! De eso se trata.
- Si usted pudiera cambiar algo de la escena, ¿qué cambiaría sin dudar?
- Que no me trate de Usted, y sin dudar… es una pregunta casi tan vieja como yo, me he cansado de responderla. Cambiaría sin dudar la posibilidad de que algún día esa pregunta no se formule. (Sin acritud y muy agradecido por todo).