Barrios Orquestados, el proyecto que ha marcado un antes y un después en la vida de miles de niños y familias en situación de vulnerabilidad en Canarias, atraviesa una crisis sin precedentes.
Su director, el músico y educador José Brito, ha lanzado un mensaje directo: si no consiguen 120.000 euros de forma urgente, el proyecto corre serio peligro de desaparecer. Tras trece años de actividad, la asociación se enfrenta al peor escenario económico de su historia.
“Estamos al borde del cierre. Si no reunimos estos fondos, no podremos mantener nuestra actividad diaria ni sostener el trabajo de los profesionales que hacen posible este milagro social”, explica Brito.
Sentido y esperanza
Barrios Orquestados nació en 2012 con una visión clara: acercar la música a los barrios más frágiles social y económicamente del Archipiélago, de forma totalmente gratuita. Lo que comenzó en Jinámar (Gran Canaria), se ha extendido con éxito a Tenerife, Lanzarote y Fuerteventura, con un total de 14 orquestas y 8 coros activos.
La misión no es solo enseñar a tocar un instrumento, sino fomentar valores como la convivencia, la escucha, el respeto y la autoestima. Los niños y niñas que participan aprenden a trabajar en equipo, a expresarse y a creer en sus propias capacidades.
“Cada niño que levanta un arco o entona una melodía está cambiando su historia y la de su comunidad. La música se convierte en herramienta de transformación”, destaca Brito.
Impacto real
Más de 1.500 menores y sus familias han sido beneficiarios directos del programa. Para muchas de ellas, esta es la única actividad cultural y educativa a la que pueden acceder sin barreras económicas. Además, Barrios Orquestados ha generado empleo para docentes, músicos y profesionales con un fuerte compromiso social.
Han ofrecido conciertos en auditorios, plazas, centros escolares y espacios comunitarios, siempre con la convicción de que la música debe estar al alcance de todos, especialmente de quienes más la necesitan.
“Donar no es solo dar dinero. Es poner un violín en manos de un niño, es permitir que un coro siga cantando, es proteger un proyecto que construye futuro”, insiste su fundador.
Llamada urgente
A pesar de los numerosos esfuerzos por mantener la financiación a flote —conciertos benéficos, colaboraciones, patrocinios—, la estructura económica de una ONG interinsular e independiente como esta es frágil. Por eso, han lanzado una campaña de crowdfunding de extrema urgencia para recaudar los 120.000 euros que les permitan garantizar su funcionamiento inmediato.
Cada donación cuenta. Cada euro es una nota que sigue sonando. Cada gesto de apoyo puede evitar que esta orquesta se quede en silencio. Barrios Orquestados ha puesto en marcha una campaña de crowdfunding para captar donaciones.
