Jumping Man es la resistencia, y el trato cercano y el muestrario de música de calidad. Situado en la céntrica Calle Bencomo de La Laguna (en la trasera de la Catedral) este histórico espacio ya se ha convertido en la tienda de ventas de discos físicos de referencia de Tenerife. 15 años han pasado ya desde que abriera sus puertas, cuando entonces ya apostar por el formato nodigital era casi ir a contracorriente.
Por entonces, en los primeros años de la década de los 2000 fue el tristemente fallecido Lupicio Javier Martínez (conocido cariñosamente como Lupi) el impulsor del proyecto. Desde agosto de 2015 Jumping Man ha pasado a manos de Jesús Duque, que, junto a su socio Fernando Rujas, mantienen vivo lo que viene a ser a la media un sueño hecho realidad: “Mi ilusión siempre fue tener mi tienda de música”.
Y se mantiene con una clientela fiel que incluso le permite pensar en crecer con proyectos de futuro: “Valoramos la posibilidad de mudarnos a un espacio un poco más grande; la idea de poder hacer también en nuestro espacio pequeños conciertos y acciones culturales ronda por nuestra cabeza”. En un planteamiento global, Jesús no deja de tener una visión positiva del negocio: “Incluso hay quien sostiene que los cd terminarán desapareciendo y los vinilos volverán a ser un objetivo principal de consumo. Ojalá, porque es lo que a mí me encanta".
La dinámica de oferta de Jumping Man es clara. Apostar por música no comercial y traer hasta la Isla buena música hecha fuera de las fronteras españolas: “La música comercial ya la tienen bien cubierta los supermercados. Traemos jazz, música del mundo, punk, electrónica, funk…”.
En su canal de youtube da visibilidad a artistas canarios que se pasan por la tienda y en vivo hacen una selección de los discos que han marcado su vivida sonora. Grupos como Brutalizzed Kids, Noiseed o Gaf son algunas de las formaciones locales que ya han pasado por este experimento. El cantautor Javier Álvarez también ha sido uno de los protagonistas: “Él es uno de nuestros visitantes asiduos. De vez en cuando se pasa por aquí”.
Y todo, claro está, con una fuerte apuesta por la producción meramente local: “Tenemos a disposición toda la música de los grupos canarios. Cada vez hay más trabajos de bandas de aquí. Intentamos apoyar a la gente de aquí que se esfuerza, tanto a los grupos como las promotoras que hacen eventos”.
Y en el fondo de todo este proyecto, lo que Jesús Duque llama el ritual del vinilo: “Tiene todo un proceso. No se disfruta de un disco en dos minutos. Es abrirlo, leer el libreto, estudiar los créditos. Ver crecer tu colección de discos y tener el tiempo necesario para disfrutarlo”.
Por entonces, en los primeros años de la década de los 2000 fue el tristemente fallecido Lupicio Javier Martínez (conocido cariñosamente como Lupi) el impulsor del proyecto. Desde agosto de 2015 Jumping Man ha pasado a manos de Jesús Duque, que, junto a su socio Fernando Rujas, mantienen vivo lo que viene a ser a la media un sueño hecho realidad: “Mi ilusión siempre fue tener mi tienda de música”.
La dinámica de oferta de Jumping Man es clara. Apostar por música no comercial y traer hasta la Isla buena música hecha fuera de las fronteras españolas: “La música comercial ya la tienen bien cubierta los supermercados. Traemos jazz, música del mundo, punk, electrónica, funk…”.
En su canal de youtube da visibilidad a artistas canarios que se pasan por la tienda y en vivo hacen una selección de los discos que han marcado su vivida sonora. Grupos como Brutalizzed Kids, Noiseed o Gaf son algunas de las formaciones locales que ya han pasado por este experimento. El cantautor Javier Álvarez también ha sido uno de los protagonistas: “Él es uno de nuestros visitantes asiduos. De vez en cuando se pasa por aquí”.
“Creo que somos la tienda con mejor surtido de Tenerife, también es lo que nos dicen nuestros clientes. Intentamos mantener la esencia que supo fabricar Lupi, que era reconocido en la Isla como la persona que traía a Isla música que no se conseguía en ningún lado. Desde aquí, además, tenemos feedback con gente de Madrid, Londres incluso Australia”. A través de internet se pueden hacer pedidos del catálogo de Jumping Man. “Nuestro fuerte creo que es la variedad y la calidad dentro de cada género que tratamos”.
Y en el fondo de todo este proyecto, lo que Jesús Duque llama el ritual del vinilo: “Tiene todo un proceso. No se disfruta de un disco en dos minutos. Es abrirlo, leer el libreto, estudiar los créditos. Ver crecer tu colección de discos y tener el tiempo necesario para disfrutarlo”.
