En Canarias, los nombres no son solo etiquetas; son relatos, leyendas y ecos del pasado que siguen resonando en la cultura actual. En los últimos años, ha emergido un nombre de solo cuatro letras que, a pesar de su simplicidad, guarda una historia rica y significativa, convirtiéndose en uno de los más populares entre los canarios.
Este nombre, que ha visto un resurgir notable, no es exclusivo de las islas, pero su predilección en el Archipiélago es innegable.
El nombre Gara y su historia legendaria
El nombre Gara se ha posicionado como uno de los más escogidos en las islas, destacando en el 2022 como el decimocuarto más elegido para niñas.
Según los datos del INE, actualmente residen en España 1.374 personas con este nombre, de las cuales 787 viven en la provincia de Santa Cruz de Tenerife y 587 en Las Palmas. Lo que hace aún más especial este nombre es la bella leyenda que lo acompaña, profundamente arraigada en la cultura canaria.
La leyenda de Gara y Jonay
La historia de Gara está vinculada a una de las leyendas más populares de Canarias, la de Gara y Jonay, que ha llegado hasta nuestros días a través de distintas versiones orales y escritas. La leyenda se sitúa en la isla de La Gomera, específicamente en los chorros de Epina, un lugar mágico y enigmático.
Aquí, los enamorados acudían para predecir su futuro amoroso. Si el agua se mantenía clara y tranquila, el amor sería duradero, pero si el reflejo se enturbiaba, el destino de la relación no sería favorable.
Un amor destinado a ser imposible
En la historia, Gara, una princesa de Agulo, visita los chorros junto a otras jóvenes para conocer su futuro. Al mirar el agua, esta comenzó a enturbiarse, anunciando lo que estaba por venir. Poco después, un grupo de guanches de Tenerife llegó a la isla para participar en la fiesta de Beñesmer, y entre ellos estaba Jonay.
En cuanto sus miradas se cruzaron, el destino de ambos quedó marcado. Se enamoraron perdidamente, pero el volcán Teide reaccionó violentamente, dejando claro que su amor era imposible. Gara representaba la tierra de agua, mientras que Jonay venía de la tierra del volcán, de fuego.
El sacrificio de un amor prohibido
A pesar de la oposición de sus familias y del destino marcado por la naturaleza, Jonay no pudo olvidar a Gara. Decidido a estar con ella, se lanzó al mar y, tras recorrer grandes distancias, se reunieron en el pico más alto de La Gomera, Garajonay. Allí, rodeados de la violencia de la naturaleza y perseguidos por sus familias, los dos amantes, conscientes de que no podían vivir su amor, decidieron sellar su destino.
Se abrazaron, aferrados por el dolor y la pasión, y ambos murieron juntos. La tragedia de Gara y Jonay es un recordatorio de un amor tan grande como imposible, tan ardiente como el fuego que encendió el Teide.
El nombre Gara es mucho más que una simple palabra; es la representación de una historia que perdura, una historia que sigue viva en el corazón de Canarias.
