Quizás coger un libro de historia pueda resultar un poco más pesado para descubrir lo que ocurrió hace centenares de años en Canarias. Una novela puede ser, entonces, un formato más llamativo y ameno para adentrarse en la historia del archipiélago y conocer los detalles que caracterizan a la vida de los canarios y canarias del siglo XV. Y la novela elegida puede ser una de Carlos González Sosa.
El escritor canario, conocido por Sangre - trilogía sobre la conquista de Canarias - continúa con su faceta como novelista histórico con su nuevo libro Esclavos, la primera parte de la próxima bilogía del autor, que estará disponible en las librerías el 15 de diciembre. En esta ocasión, como indica su nombre, González Sosa se adentra en los entresijos de la esclavización de la población de las Islas.
Contar la historia de Canarias
De la fantasía al género histórico, ese fue el salto de González Sosa como novelista, que le ha llevado a ser leído, sobre todo, en muchos institutos del Archipiélago. Cuando visita algún centro educativo, el profesorado destaca su labor como escritor. “A los chiquillos se les queda en la retina porque no es leer un libro de historia y memorizar datos, sino que aprenden a través de unos personajes”, señala el autor a Atlántico Hoy.
Este hecho supone un orgullo para él y fue uno de los motivos que lo llevaron a meterse en la novela histórica, “que hubiese tantos libros que contasen sobre el resto del mundo y no sobre nuestra propia historia”, expresa González Sosa.
¿Cómo sigue la historia?
Tras publicar su trilogía sobre la conquista de Canarias, muchas personas le preguntaron al escritor cómo continúa la historia de la población del Archipiélago. Esto condujo a González a plantearse la posibilidad de narrar qué ocurrió con los esclavos en las Islas. Una reunión con el historiador Manuel Lobo y mucha documentación después, nació su nuevo libro.
Esclavos es una “especie de continuación” de su anterior trilogía, según explica el autor. A pesar de crear una historia “totalmente ficticia”, se basa en “cosas que ocurrían a los esclavos en la realidad en esa época”. Para ello, el novelista realizó un proceso de investigación que le llevó cerca de dos años.
Proceso de documentación
Movido por la curiosidad e intriga por la historia de la esclavitud en Canarias, González se reunió con el historiador Manuel Lobo, quien le explicó “un montón de cosas sobre los mercados de esclavos, dónde estaban, cómo funcionaban” y le ayudó con detalles que le sirvieron para el libro. A partir de ahí, se dedicó a “leer, leer y leer”.
Junto a la ayuda del historiador, el escritor se apoyó en la bibliografía disponible en las bases de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que cuenta con “un montón de documentos digitalizados sobre la época de la conquista”. Aunque esta parte es la más “tediosa” y en muchos momentos al leer la información, le dieron ganas de ponerse rápido a escribir, González quiso dedicarle tiempo a la documentación. Después la novela la escribió “bastante rápido”, gracias a todas las notas que tenía.
Detalles de la esclavitud
El autor, a través de los personajes ficticios, aporta en su novela detalles como el funcionamiento de los mercados de esclavos, el precio al que se vendían y cómo los trataban, así como qué hacían con las personas esclavizadas, a dónde las enviaban, qué labores les mandaban a hacer y si podían conseguir la libertad.
“Llamaban a los esclavos cabezas, como al ganado, y revisaban si tenían lo que denominaban vicios ocultos, es decir, alguna discapacidad o si les faltaban dientes, pues si así era, tenían que bajarles el precio”, relata González. Detalles y datos como estos son los que incluye en su nuevo libro.
Empaparse de la historia
Con esta novela, el escritor continúa retomando la historia de la conquista de Canarias, que “es muy dura, pero bonita e increíble, y muy poca gente conoce todas las cosas que ocurrieron”.
Para él supone una forma también de conocerla el mismo, pues cada vez que se adentra en la investigación, descubre un detalle más de esa época. “No soy historiador, pero me empapo bien de toda la historia antes de escribir la novela”. Y aunque eche de menos la fantasía y tenga alguna página en el cajón, de momento quiere seguir con algunos episodios de la historia del Archipiélago y su labor de difusión.