Hay regresos, como el de Ulises a Ítaca tras participar en la Guerra de Troya, que se cuentan como leyendas y otros que se parecen más a un viaje calamitoso. El de Jesé Rodríguez a la UD Las Palmas está lejos de ser una epopeya. Es el reingreso al representativo grancanario de un jugador que salió de la isla como promesa, que retornó como estrella local —tras despuntar en el Real Madrid— para intentar recuperar el brillo en el equipo amarillo y que ahora, tras cuatro años deambulando sin rumbo por el mundo, vuelve con una carrera que apenas recuerda al talento que un día deslumbró en Europa.
Regresa Jesé a la UD Las Palmas después del portazo que pegó en 2021, con la sangre aún caliente, tras el asalto del CD Tenerife al Estadio de Gran Canaria en el playoff de ascenso a Primera División. Aquella noche, de triste recuerdo, el delantero volvió a demostrar que las malas decisiones han marcado su carrera: rajó contra Xavier García Pimienta, abandonó a un equipo —el amarillo— que en el curso siguiente completó sin su ayuda la tarea encomendada —dar el salto a la máxima categoría— y comenzó una odisea por equipos de medio pelo sin destacar en ninguno.
Malos números
Los números de Jesé, durante los últimos cuatro años, se parecen más a los de un futbolista que dibuja un declive manifiesto en pleno viaje errático. En el MKE Ankaragücü (Turquía, 2022–23) jugó 16 partidos oficiales, con 5 goles, pero sin continuidad. La segunda mitad de ese curso la completó en un histórico en horas bajas, la Sampdoria. En la Serie A participó en 11 encuentros y solo marcó un gol. Su aportación no evitó el descenso del cuadro genovés. En el Coritiba (Brasil, también 2023) apenas sumó 6 partidos y una diana en 90 minutos acumulados. Su último destino fue el Johor Darul Ta’zim (Malasia, 2024–25), con el que participó en 13 partidos, con 4 goles y 2 asistencias, pero lejos de ser una figura relevante en una liga bastante menor.
En total, 44 partidos en cuatro años, poco más de 1.500 minutos jugados (equivalente a menos de 17 encuentros completos) y 14 goles en todas las competiciones. Un balance que evidencia que, lejos de relanzar su carrera, Jesé ha vivido un declive sostenido. Ahora, con 32 años, vuelve al club que siempre lo esperó como hijo pródigo, pero en circunstancias muy distintas. Ni el entrenador Luis García ni el director deportivo Luis Helguera veían su regreso como una prioridad, pero la operación terminó saliendo adelante, en buena parte por la mediación de Jonathan Viera, quien también había regresado recientemente en una situación similar.
Jesé comenzó su camino en la cantera de la AD Huracán, desde donde saltó muy joven al Real Madrid, club en el que llegó a ser una de las perlas más prometedoras de la cantera blanca. Con Carlo Ancelotti y, en menor medida, con José Mourinho, se convirtió en un revulsivo en el primer equipo, marcando goles clave y ganándose comparaciones con Cristiano Ronaldo. Sin embargo, una grave lesión de rodilla en 2014 frenó en seco su progresión, y a partir de ahí su carrera entró en una espiral de cesiones y decisiones erráticas.
¿Última oportunidad?
Tras su fichaje por el Paris Saint-Germain, Jesé pasó por cesiones en Las Palmas (2017), Stoke City, Betis y Sporting de Portugal, sin asentarse en ninguna de ellas. Cuando volvió a la UD en 2021, lo hizo para liderar un proyecto ambicioso hacia Primera División, pero su historia terminó de la peor forma posible: derrota en el playoff ante el Tenerife y un adiós cargado de reproches al entrenador, García Pimienta.
La gran incógnita es qué puede aportar Jesé a esta UD Las Palmas, un equipo que ha cambiado desde su última etapa, que ya no depende de individualidades y que juega cada punto con el pragmatismo de quien sabe lo costoso que es mantenerse en la élite. Para el delantero, esta puede ser la última oportunidad de demostrar que aún puede marcar diferencias y no quedarse como una nota a pie de página de lo que pudo haber sido.
Jesé vuelve, pero la pregunta sigue en el aire: ¿vuelve para resucitar su carrera o solo para ponerle un punto final en casa?
