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En el centro de la imagen, Patricio Viñayo, director general de la UD Las Palmas, hablando sobre el futuro estadio / ATLÁNTICO HOY - MARCOS MORENO

Viñayo: "La herida del Estadio Insular está cerrada, los aficionados miran hacia el futuro"

El director general de la UD Las Palmas concede una entrevista a Atlántico Hoy en la que se pronuncia sobre el Mundial 2030 y la oportunidad que supone para el club, la ciudad y la isla

Patricio Viñayo (Sevilla, 1964) es el director general de la UD Las Palmas, un club que verá cómo durante varias semanas, allá por el verano de 2030 y con la Copa del Mundo de fútbol como excusa, varias de las mejores selecciones del planeta jugarán en su casa: el Estadio de Gran Canaria. Además, lo harán en una infraestructura mejorada con sistema de autoconsumo energético, un museo y varios restaurantes.

El Cabildo Insular, con el objetivo de elevar el campo a otra categoría, destinará algo más de 100 millones de euros, una cantidad que el club acabará devolviendo porque el canon por usar el Estadio aumentará. Viñayo, en una entrevista concedida a Atlántico Hoy, asegura que aún no tienen una estimación de la cifra —eso sí, será superior a los 435.000 euros actuales—.

La herida del Insular

La celebración del evento deportivo traerá a la Isla alrededor de 5.000 millones de euros en turismo tal y como salió a la luz este jueves en el 30º Aniversario de la Asociación de Palacios de Congresos de España. (APCE).

El acto tuvo lugar en el Palacio de Congresos de Canarias, ubicado en el Auditorio Alfredo Kraus —donde intervino el director general del equipo amarillo—. 

Viñayo duda que el dinero vaya a entrar en la tesorería de la UD Las Palmas porque se trata de “un impacto de onda expansiva” que tiene al club como un agente más. Sobre la posibilidad de que las nuevas instalaciones ayuden a cerrar la herida abierta del antiguo Estadio Insular, asegura que eso ocurrió hace tiempo porque los aficionados “añoran llegar al futuro”.

[Pregunta] Entre la UD Las Palmas y la isla, ¿para quién es una mayor oportunidad la acogida del Mundial 2030 en el Estadio de Gran Canaria?

[Respuesta] Para todos. En realidad, es imposible deslindar una conveniencia de otra. No creo que los 5.000 millones [que se esperan recaudar con los visitantes] vayan a entrar en la tesorería de la Unión Deportiva de Las Palmas. Es un impacto de onda expansiva que nos tiene a nosotros como un agente más, no queremos ni siquiera ser el principal porque sin la decisión tan determinada del Cabildo esto habría sido imposible y sin la complicidad total de la Federación de Fútbol de Las Palmas también.

¿Y ustedes qué papel han jugado?

Nosotros éramos los primeros defensores en que esa candidatura prosperara, pero lo que deja es un legado. Para la ciudad deja un impacto económico directo que no solamente se podrá cifrar en los días que se disputa el Mundial, sino desde mucho antes. Habrá eventos y actos. Además, la propia confirmación de la candidatura internacionalmente ya provoca un interés de conocimiento por mucha gente que a lo mejor no sabe que estamos al lado de África.

Sin olvidar que el club tendrá un estadio más moderno. 

Lo principal es que se trata de una instalación que queda y será nuestro campo oficial de juego. No será lo mismo jugar en el estadio actual como no era lo mismo hacerlo en el que teníamos en el año 2005, donde hubo rechazo de una parte significativa de la masa social a irse del antiguo Estadio Insular.

Panorámica del Estadio de Gran Canaria desde Fondos del Segura. / AH

La llegada del Mundial a Gran Canaria es un hecho que no tiene precedentes y se quiere aprovechar, como era de esperar, para atraer más turistas. ¿Cómo se conjugan esas intenciones de la administración con la parte deportiva?

Ya está ocurriendo. No sabemos el número exacto de población flotante que acude al estadio hoy en día, pero la propia observación directa te hace ver que hay mucho turista que acude a los partidos. Muchas veces generar el turismo de aficiones rivales es una constante dentro de todos los estadios españoles.

Quizás aquí hemos tardado un poco más en conseguirlo. Al tener el Estadio en una zona donde existe menos confluencia de turistas, a lo mejor el impulso que se necesitaba era este Mundial.

La motivación de un visitante a ir al Estadio es mayor si tú estás en Primera División que si estás en Segunda. No depende tanto de que te quieran ver a ti como a tu rival. Eso ocurre con el visitante y con el espectador local. No son iguales las entradas contra Real Madrid, Barcelona o Atlético de Madrid que contra el Leganés, por poner un ejemplo.

La batuta la dirige el rango del rival. 

Si no hay drama deportivo de por medio, la afluencia de público viene marcada por el rango del evento. Esos partidos son los que se ven prácticamente en todo el planeta. Pero lo principal es que Gran Canaria sea consciente de la fortuna que vive por tener un club que no está en la Liga Búlgara, sino tal vez en la mejor del mundo, la más exigente deportivamente hablando porque la Selección tiene tres Eurocopas y un Mundial.

Es un contexto donde la presión para los equipos es mucho mayor. 

En ese contexto está la Unión Deportiva de Las Palmas, que ya no es un equipo De La Isleta al refugio y al Muelle Grande [dice en referencia a la conocida canción del folclore canario]. Ahora es un club que debe luchar mucho para mantenerse en ese ecosistema tan exigente donde está compitiendo con las marcas líderes a nivel mundial.

Imagen del proyecto del nuevo Estadio de Gran Canaria / AH

Comentaba usted durante su ponencia que el plan de la UD Las Palmas es devolverle al Cabildo los 100 millones de euros de inversión. 

El planteamiento es que nosotros tenemos que trabajar mucho. Habrá varias opciones abiertas y la decisión final se tomará a medio plazo, pero deberemos pagar un canon por el uso del Estadio. Ahora pagamos 435.000 euros anuales y esa cantidad aumentará.

¿Tienen un cálculo aproximado de a cuánto ascenderá?

No, porque no está ni siquiera la instalación hecha.

El futuro campo buscará ser autosuficiente desde el punto de vista energético, contará con un museo y hasta varios restaurantes. Se convertirá prácticamente en un centro comercial que impresionará a los visitantes, pero seguro que muchos aficionados de la UD Las Palmas habrán pensado: “Bendito Mundial”. ¿Se cerrará así por fin la herida del Estadio Insular?

Hemos tardado casi más de una década en recuperar la masa social que se perdió con el traslado. Esos 10 años fueron una travesía por el desierto durísima. Ahora piensa que tanto los abonados como la asistencia media no cabrían en el Estadio Insular. Entonces, es fácil concluir que esa herida ya se cerró porque en la conciencia colectiva de los vecinos de Las Palmas de Gran Canaria eso quedó atrás.

Antonio Morales: "El nuevo Estadio de Gran Canaria cerrará la herida del Insular". En la imagen, el presidente del Cabildo y Aridany Romero con los integrantes del jurado.

¿Usted cree?

Los abonados o los espectadores que son asiduos al campo son conscientes de que los tiempos requieren otra cosa distinta a una mirada de nostalgia hacia el Estadio Insular. Cuando cualquier aficionado de la Unión Deportiva va a ver a su equipo jugar, no añora el pasado, sino que lleguemos al futuro cuanto antes.

¿Cuáles son los primeros pasos que se han dado?

Una iluminación espectacular como la que tenemos al comienzo de los partidos cuando están programados por la noche, a todo el mundo sorprende, agrada y lo disfruta. El hecho de que se suprimiera la pista de atletismo y se acercara la grada con un pequeño aumento de aforo a todo el mundo le apetecía.

Además, se han dado otros pasos. 

Que las butacas fueran de color azul y amarillo, que además está plenamente justificado por los colores de la isla y del equipo, lo prefiere todo el mundo a ese graderío gris e inhóspito que había antes.

Son puntos que la afición al final agradece. 

Haber hecho pequeñas mejoras en las áreas VIP y la zona noble del estadio todo el mundo agradece, pero cuando viaja y ve que hay otros estándares superiores reclama más. Todos esos atributos no podía ofrecerlos al Estadio Insular, pero sí al futuro Estadio de Gran Canaria.

Escuchándolo, da la impresión de que no habrá cabida a la nostalgia. 

Me parece que la nostalgia es la impaciencia por que llegue ya el futuro. Y si el plan del Cabildo es acabar en 2027 o 2028 la gran transformación del Estadio con el proyecto ganador, estoy convencido de que no habrá ninguna mirada hacia atrás, sino un disfrute y cierta incredulidad de que hayamos alcanzado esos estándares.