Los dos grandes del baloncesto español, Real Madrid y FC Barcelona, empiezan a forjar sus proyectos para el curso 25/26 y por el camino —en busca de las mejores opciones del mercado— amagan con descabezar el cuerpo técnico del Dreamland Gran Canaria. Sergio Scariolo, que afrontará una segunda etapa como preparador del equipo blanco tras anunciar que el Eurobasket 2025 será su último servicio como seleccionador de España, quiere a su lado a Víctor García como entrenador ayudante, el mismo rol que Joan Peñarroya ofrece a Albert Oliver en el banquillo blaugrana.
El interés de Scariolo por Víctor García aparece en el horizonte como un movimiento natural. El técnico grancanario ejerce como ayudante del preparador italiano en la selección desde 2019, año en el que España se colgó la medalla de oro en el Mundial de China. Desde entonces, durante los últimos seis años, esa colaboración ha permanecido vigente en los Juegos Olímpicos de Tokio y París y en el Eurobasket de 2022 —resuelto con otra presea de oro para el combinado nacional—.
Mito
Víctor Jesús García Guadarrama (Las Palmas de Gran Canaria; 6 de febrero de 1980), además de ser una pieza clave en el progreso y evolución del Granca durante los últimos 15 años —en tareas de scouting de los rivales y trabajo defensivo—, debe ser considerado como un mito dentro de una entidad en la que ingresó como jugador cuando tan sólo tenía nueve años. Ejerció como base en los equipos de formación y desde los 18 años ha pasado por todas las categorías como técnico —desde minibasket al primer filial en la Liga EBA—.
Ha sido técnico ayudante de entrenadores como Pedro Martínez, Aíto García Reneses, Luis Casimiro, Salva Maldonado, Fotis Katsikaris, Porfi Fisac o Jaka Lakovic y durante tres meses del curso 18/19 ejerció como técnico principal del Granca —debutó, casi nada, en un partido de Euroliga ante el Armani Milan—. Ha estado presente en los grandes triunfos del equipo claretiano —victorias en la Supercopa 2016 y la Eurocup 2023— y en 2008 ganó el Torneo de Roma de la Euroliga júnior al frente de una plantilla en la que figuraban canteranos como Óscar Alvarado, Christian Díaz, Ale López, Samu Domínguez, Fabio Santana o Milan Jaros.
Hoy, 36 años después de su ingreso en el Granca, el Real Madrid llama a la puerta de Víctor García.
Desde Terrassa
El interés de Joan Peñarroya por sumar a Albert Oliver al curpoe técnico del Barça también se presenta como algo consustancial en la trayectoria profesional de ambos entrenadores. Los dos coincidieron, al inicio de sus carreras como jugadores de baloncesto, en el Sféric Bàsquet de Terrassa y poco después sus caminos volvieron juntarse en el Bàsquet Manresa —donde lograron un ascenso a la ACB en 2002—. Ahora, 23 años después, el Palau Blaugrana podría ser el escenario de otro reencuentro.
Oliver aparece como una de las opciones que maneja el FC Barcelona para cubrir el hueco que dejó hace unas semanas Víctor Sada, que ejercía como entrenador ayudante desde la etapa de Roger Grimau como técnico blaugrana. Peñarroya valora la dilatada experiencia profesional del actual técnico del Granca para afrontar una nueva temporada al mando del Barça tras un duro debut —cerrado sin ganar un título y fuera de las finales de Copa, Euroliga y Liga Endesa y marcado por las lesiones y la tensión en el vestuario con jugadores como Willy Hernangómez—.
Tras 25 años como jugador profesional, tiempo en el que militó en equipos como Joventut de Badalona, Manresa, Valencia, Betis, Lleida, Granca, Obradoiro o Estudiantes—, Oliver comenzó su carrera como entrenador en la entidad claretiana y con su familia asentada en la Isla. Durante una temporada ejerció como asistente del equipo filial y a lo largo de los tres últimos ejercicios desarrolló esa misma labor junto a las órdenes de Jaka Lakovic, que este verano podría perder a sus dos técnicos ayudantes.