El exfutbolista del CD Tenerife Pedro Camus Pérez (Santander, 13/7/1955) ha fallecido a los 70 años de edad en su ciudad natal. Defensa central titular habitual eclosionado en el Real Racing Club y encumbrado en el Real Zaragoza, se alineó en 34 partidos (31 de Liga de Segunda División, dos de la Copa SM el Rey y uno de la Copa de la Liga) durante la temporada 83-84, única en la que actuó con el representativo por un contencioso con la entidad, que le impidió disputar la siguiente. Fue olímpico con España en los Juegos de Montreal 76.

Los jugadores del equipo tinerfeñista portarán crespones negros en su visita de este próximo domingo a Osasuna Promesas. Además, se guardará un minuto de silencio en su memoria en el siguiente encuentro en el Heliodoro Rodríguez López, ante el CF Talavera.

Historia

Camus llegó a la Isla procedente del Real Zaragoza, tras el regreso del CD Tenerife a la Segunda División en un verano en el que el cambio de categoría supuso la remodelación de media plantilla: una decena de altas, incluidos los hondureños Gilberto Yearwood y Ramón Maradiaga, y el adiós de un nutrido grupo de canteranos, con los goleadores Lolín y Chalo entre los más llamativos.

Habitual en el once para José Ramón Fuertes como para su sustituto Juanjo Santos —relevo del entrenador ascensor en las doce últimas jornadas de un campeonato irregular y una permanencia sufrida—, el zaguero cántabro compartió línea con el citado Gilberto, un jovencísimo Voro (cedido por el Valencia CF durante su servicio militar) y el navarro Julián Ordoki. Duro e implacable en el marcaje, futbolista que no se achicaba y dominaba el juego aéreo, Camus se había asomado al fútbol profesional tras ficharlo el Racing Club de Santander para su filial, el Rayo Cantabria, del modesto Toluca.

Debutó con 17 años en el primer equipo y acumuló otros 106 partidos (3 goles) y dos ascensos a Primera hasta saltar al Real Zaragoza en el curso 77-78, con los blanquillos entonces en la categoría de plata. Ascendió a las órdenes de Arsenio Iglesias a Primera y, ya de vuelta a la élite, terminó de completar un lustro idolatrado en La Romareda como jugador de referencia en el eje defensivo (178 alineaciones y seis dianas).