El 26 de noviembre de 2023, después de una derrota en el Villamarín contra el Betis, Kiran Rodríguez reveló un secreto en Dazn. A la pregunta de por qué la UD Las Palmas —entonces un recién ascendido a Primera División— jugaba tan bien, el centrocampista tiró de honestidad brutal. "Al final el míster [García Pimienta] nos da la confianza de que juguemos", explicó, "porque si venimos a pegar pelotazos probablemente... Iba a decir una burrada, pero probablemente en enero o febrero estaríamos descendidos". "Pero es la verdad", añadió el mediocentro, "nosotros no sabemos jugar de otra manera, es nuestra forma de defendernos, porque al final nos defendemos con balón, y creo que es como mejor jugamos".
No falló Kirian en el análisis. Un año después, sin él en el campo —¡cómo lo ha echado de menos el equipo!—, la UD Las Palmas se puso a pegar pelotazos con otro entrenador al mando [Diego Martínez] y otro método y lo perdió todo: la identidad, el modelo, la categoría. Ahora, al afrontar otro descenso a Segunda División, en la dirección deportiva —equipo que comanda Luis Helguera— parecen tener claro que la primera piedra que se debe colocar para reconstruir el proyecto pasa por recuperar un estilo de juego que tenga la pelota como herramienta transversal: para atacar, para defender, para mandar en el partido.
Carrión, en el recuerdo
Clara esa premisa, el siguiente movimiento es dar con un entrenador que encaje en ese perfil. Sobre la mesa hay diferentes nombres. Unos, porque gustan mucho. Otros, porque han sido ofrecidos y dan el pego. Lo habitual por estas fechas en cualquier club profesional, vamos. La diferencia, respecto al verano anterior, es la intención de la UD Las Palmas de afrontar la contratación del técnico sin armar tanto ruido ni dar tantos rodeos como sucedió con Luis Carrión —al que el club amarillo aguardó durante semanas a la espera de que el Real Oviedo resolviera su temporada—.
Ese escenario resta opciones a Eder Sarabia, que hace justo un año era la alternativa si Carrión hubiera continuado en el Real Oviedo —en caso de ascenso a Primera División del conjunto asturiano—. El técnico vasco es uno de los favoritos de Helguera, pero su situación se asemeja bastanta a la del verano anterior, detalle que genera más de un dolor de cabeza en la UD Las Palmas: el próximo fin de semana podría ascender con el Elche CF a Primera División —objetivo que, de darse, abriría otra dimensión profesional para el propio entrenador— o prorrogar dos semanas más su trabajo en el cuadro franjiverde al tener que afrontar el playoff de ascenso.
Segundo de Pimienta
Junto a Eder Sarabia, entre los candidatos a entrenar a la UD Las Palmas, también sobresale Álex García, segundo de García Pimienta en el propio equipo amarillo y en el Sevilla FC. Está bien valorado por Helguera y, sobre todo, por futbolistas de mucho peso dentro del vestuario —un grupo que, durante los últimos meses, chocó a nivel táctico y humano con Diego Martínez—. Álex García, como Sarabia, conoce la casa, encaja en el estilo que se quiere retomar como bandera del nuevo proyecto y está en el mercado —Pimienta, tras dejar el banquillo del Pizjuán, maneja una buena oferta económica de Arabia Saudí sin perder de vista qué puede pasar en el Girona FC con Míchel—.
El nombre de Philippe Montanier ya ha salido a escena. La opción del técnico francés, adelantada por SER Las Palmas la semana pasada, tiene buen predicamento dentro la zona noble de la UD Las Palmas. Su paso por la Real Sociedad fue exitoso —metió al equipo donostiarra en Champions— y tiene experiencia en diferentes ligas y categorías: dirigió al Nottingham Forest en Inglaterra, al Standard de Lieja en Bélgica y en Francia a Valenciennes, Lens, Toulouse —con el que ganó una Copa gala—.
Bien valorados
Luis García es otro técnico del que se manejan buenos informes en la UD Las Palmas. El asturiano dejó hace tres semanas el banquillo de la selección de Catar —le sustituye Julen Lopetegui, que militó en el equipo amarillo en su etapa como portero—. El banquillo del RCD Espanyol, donde desarrolló buena parte de su carrera como jugador, registró la única experiencia como entrenador en el fútbol profesional español —cuando sustituyó, precisamente, a Diego Martínez pero no pudo evitar el descenso del cuadro barcelonés a Segunda División—. Aquella aventura no acabó muy bien: fue destituido meses después.
Tras varios meses en el Vizela portugués, Rubén de la Barrera se encuentra sin equipo. El técnico gallego figura, bien valorado, desde hace tiempo en los informes de Luis Helguera. No es la primera vez que se le vincula con el banquillo de la UD Las Palmas. Logró su mayor gesta hace tres años, cuando logró ascender al Albacete a Segunda División. Después intentó repetir hazaña con el Deportivo de La Coruña, pero no alcanzó su objetivo.
El proceso de selección está abierto, pero a diferencia de otros años en la UD Las Palmas al menos —o eso parece— tienen claro qué características debe tener su próximo entrenador: que su equipo juegue a través de la pelota.