IMAGEN | Adrián Romero Hernández
Iberostar Tenerife ha certificado de forma matemática su presencia en la Copa del Rey con una amplia victoria ante Morabanc Andorra por 89-72 en el Santiago Martín. Los de Vidorreta estuvieron muy acertados en el tiro exterior y rompieron el partido en un tercer cuarto en el que un excelso Davin White se erigió en protagonista.
La afición disfrutó con la clasificación matemática para la Copa de su equipo | Adrián Romero HernándezEl partido se inició con un ritmo alto de anotación, con Doornekamp y Grigonis enchufados por parte de los locales y con Shermadini liderando a los andorranos hasta colocar el 15-10 en el marcador a 6:03 para el final del primer cuarto. Peñarroya paró el partido con un tiempo muerto, pero el Iberostar Tenerife mantenía las diferencias gracias al acierto en los rebotes y en el tiro exterior. Walker acercó algo a los visitantes, pero un nuevo triple aurinegro firmado por Rodrigo San Miguel puso el 28-19 con el que finalizó el primer cuarto.
Empezó mejor el equipo visitante el segundo cuarto con un parcial de 0-4 y obligando a Vidorreta a sentar a Tim Abromaitis con dos faltas. White levantó al público con otro triple que cortaba las alas a los andorranos. El partido entró entonces en una fase con muchas faltas e interrupciones que acabaron con los aurinegros en bonus con mucho tiempo para llegar al descanso. En el tramo final del segundo cuarto volvió a acelerar el equipo de Txus Vidorreta y gracias al acierto desde el tiro libre llegó y el juego interior consiguió llegar al descanso con una buena renta al situarse 44-34 en el en el marcador.
Tras el paso por vestuarios, el equipo andorrano empezó con fuerza y con dos triples consiguió un parcial de 0-6 que les puso a 4 puntos en el marcador. White y Doornekamp contestaron también desde más allá del 6,75 y colocaban de nuevo +10 a los suyos. White tomó el mando del partido y con acierto exterior e interior consiguió poner quince arriba a los suyos. Los andorranos no encontraban soluciones y el Iberostar Tenerife seguía estirando las diferencias.
Con todo prácticamente decidido, el equipo andorrano intentó reducir las diferencias en el último cuarto, pero estas seguían oscilando entre los quince y los veinte puntos debido al acierto local, puesto que todos sus jugadores se querían sumar a la fiesta anotadora. Los últimos minutos fueron una fiesta en las gradas del Santiago Martín porque los aficionados vieron como los suyos cerraban el año con una victoria, la décima de la temporada y con el premio de la Copa del Rey.