Tras la derrota ante el Estrasburgo Nico Richotti y Tim Abromaitis analizaron ante los medios de comunicación lo sucedido sobre la pista.
El capitán del Iberostar Tenerife que volvía a jugar tras su lesión indico que “estoy alegre por volver a jugar, pero no me he sentido físicamente bien. Era un partido muy físico y todavía estoy lejos del ritmo de mis compañeros y no estuve a la altura. Me hubiese gustado ayudar al equipo un poco más. Tengo que seguir entrenando y poco a poco voy a coger el ritmo”.
Sobre la derrota señalaba que “ellos han venido con las ideas muy claras. Pusieron el listón físico muy alto, nos defendieron muy bien y no nos encontramos tan cómodos como en otros partidos. Este es el verdadero nivel de la Champions y no va a ser fácil”.
En cuanto a lo físico del partido indicaba que “había mucho contacto y no estuvimos cómodos. No estuvimos cómodos, pero a base de corazón y huevos pudimos forzar la prórroga y ponernos 4 puntos por delante, pero nunca cerramos el partido. Fue un partido trabado que podía decantarse por cualquier lado y al final les tocó a ellos. El arbitraje entre la ACB y aquí es diferente. Tenemos que aprender de eso porque si los rivales ven que no estamos cómodos con tantos contacto lo van a hacer”.
Sobre lo duro que se le ha hecho el estar fuera del equipo indicaba que “lo que realmente me gusta hacer es competir. Por lo que pasó también a final de la temporada pasada pues se hizo todo muy largo y tenía ganas de volver. Cuando tienes tantas lesiones seguidas uno empieza a buscar explicaciones, pero son cosas que pasan en el deporte de alto rendimiento y hay que pensar en volver lo más fuerte posible. Tengo un largo camino por recorrer y me toca seguir entrenando. Espero que en 10 entrenamientos y 2 partidos esté bien físicamente”.
Por su parte Tim Abromaitis reconoció que “ellos han salido muy agresivos, han controlado muy bien el ritmo del partido y del juego. Para nosotros es la primera derrota en la Basketball Champions League y no podemos decir mucho más. El americano indicaba que una de las claves al final fue que “teníamos que haber controlado mejor el rebote ofensivo”.