Aitor Sanz da la cara. El valeroso centrocampista del CD Tenerife asume la culpa de su expulsión por doble amarilla ante el Numancia, pero matiza.

La acción del penalti que supuso su primera cartulina "se ve 200.000 veces en cada partido", es decir, cuanto menos rigurosa. Además, valoró de forma positiva el pundonor de sus compañeros, dado que no se notó la inferioridad numérica ante el equipo de Soria durante muchos minutos.

UNA PATADA A DESTIEMPO: "Cometí un error que penalizó al equipo, pero a la vez orgulloso por el trabajo de todos para plantar cara al CD Numancia. Con diez se pudo ganar, tengo esa doble sensación".

UN PENALTI POLÉMICO: "Tengo sujetado al jugador como se sujeta 200.000 veces en el área y se pitó penalti cuando se deja caer. A veces los árbitros consideran que algo así es relevante y otras veces no, y ya no se puede hacer nada. En la siguiente jugada ya iba caliente por la acción anterior, donde a Montañés le habían hecho una falta muy clara. Metí el pie y no debí hacerlo".

MONTAÑÉS, BAJA DE LARGA DURACIÓN: "Perdemos a un jugador por dos o tres meses, y el árbitro ni se pitó falta, acciones sobre Tayron en las que no hubo amarilla...son acciones que no se pueden controlar, intentaremos no perder tiempo en hablar más de todo esto".

CON DIEZ, DURANTE 45 MINUTOS: "Con dos líneas de cuatro más un jugador adelantado lo hicimos de una forma excepcional. El equipo venía tocado físicamente por el esfuerzo de los dos partidos anteriores. Mis compañeros estuvieron espectaculares, todo hay que decirlo".