Esta joven promesa de la cantera perica comienza a gestarse en posiciones lejanas a las que hoy en día frecuenta. Alex fue un pivote. Como tal. Salvando las distancias, claro, con un perfil similar al '5' moderno que bien definen Busquets o Rodri. Siempre con el fútbol de cara.
— Alejandro (@AleLuisRolo) 12 de junio de 2019
Estos orígenes no se olvidan. De hecho, Alex es un jugador que insiste en participar. No le quema el balón. Si tiene que bajar a zonas de creación, lo hace. Y a ese juego de visión panorámica con el que creció, le sumó, luego, la capacidad para recibir de espaldas y entrelíneas. pic.twitter.com/66nBju0w7Z
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Con Alex de interior hay varias consecuencias como la presencia de una referencia más a la que buscar detrás de la presión rival y el intercambio de posiciones en el eje vertical entre el interior y el extremo. Esto último facilita que caiga a banda, que lo hace a menudo y bien.
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En términos de lectura posicional y de juego, es inteligente. No solo es su movilidad la causa que le permite estar cuando debe, sino la habilidad mental de este para reconocer dónde está el espacio o dónde se puede dar. Se anticipa. Segundos que gana para recibir libre y pensar. pic.twitter.com/jyJy8V0vHs
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Se puede decir de él que es polivalente. Ha jugado desde el propio pivote hasta de '9' al uso. Y esto es una cualidad que cada vez aprecian más los técnicos y los directores deportivos. Un jugador aún sin definir, sin grandes vicios adquiridos, que vienen muy bien como parche.
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Ese buen rendimiento defensivo (porque hay que recordar que el RCDE B de Gallego regresaba y basculaba muy bien), unido a poder descolgarse a la línea del '9' para culminar una presión o cerrarse para proteger su espalda y formar un trivote generando superioridad, será útil. pic.twitter.com/itLgwutpQe
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